Antihipertensivos: igual de eficaces por la mañana que por la noche
La ingesta nocturna de antihipertensivos no es mejor que la matutina. No hay diferencias para la protección frente a patología cardiovascular. La hipertensión arterial es uno de los principales problemas de salud pública mundial.
La administración de un medicamente en un determinado momento del día –por la mañana o por la noche- para asegurar su máxima eficacia o actividad ha sido, y sigue siendo, uno de los aspectos más estudiados en farmacología. Es lo que se conoce como cronoterapia o cronomedicina y cuyo objetivo, según se ponía de manifiesto en artículo en PNAS, basa su principio en que el aumento de la efectividad de un determinado producto, medicamentos incluidos, se produce si este se se administra en el momento más oportuno del día, atendiendo a ciertas reacciones biológicas y bioquímicas de nuestro organismo.
Pues bien, este debate se ha extendido a muchos de los actuales fármacos que, como los antihipertensivos, buscan lograr la máxima reducción de los niveles de tensión arterial y, por tanto, disminuir los riesgos asociados a patologías cardiovasculares.
Las últimas observaciones en este sentido -como las del estudio Hygia- sugerían que los mayores beneficios protectores cardiovasculares de los anti-HTA se conseguían a través de la dosificación nocturna, pero un nuevo ensayo aleatorizado realizado sobre más de 21.000 pacientes con tensión arterial elevada (HTA) no encuentra diferencias entre la ingesta verpertina y matutina de estos fármacos.
El nuevo trabajo, el TIME, presentado en una sesión Hot Line del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC2022) que se desarrolla en Barcelona, ha realizado el seguimiento durante más de cinco años en estos pacientes, concluyendo que la protección contra ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares (ACV) y muerte vascular no se ve afectada si los medicamentos antihipertensivos se toman por la mañana o tarde. Estos resultados que contradicen o, al menos, varían hallazgos anteriores que sugerían un gran beneficio cardiovascular de la dosificación nocturna con este tipo de medicamentos.
Respuesta definitiva
Thomas MacDonald, profesor de la Universidad de Dundee, en Reino Unido, y director del trabajo, ha explicado que TIME es uno de los estudios cardiovasculares más grandes realizados hasta el momento y “proporciona una respuesta definitiva a la pregunta de si los medicamentos para bajar la presión arterial deben tomarse por la mañana o por la noche”.
Según ha expuesto, el ensayo ha encontrado claros indicios de que el infarto, el accidente cerebrovascular y la muerte vascular ocurrieron en un grado similar, independientemente del momento de la administración, por lo que “las personas con HTA deben tomar sus antihipertensivos regulares a una hora del día que sea conveniente para ellos y que minimice cualquier efecto indeseable”.
Más de mil millones de personas tienen presión arterial alta en todo el mundo, siendo la principal causa mundial de muerte prematura, con casi diez millones de muertes registradas en 2015. De ellas, 4,9 millones se debieron a cardiopatía isquémica y 3,5 millones a accidentes cerebrovasculares, según los últimos datos.
TIME, financiado por la Fundación Británica del Corazón y apoyado por la Sociedad Británica e Irlandesa de Hipertensión y el Instituto Nacional para la Investigación de la Salud y la Atención del Reino Unido, es un ensayo prospectivo aleatorizado que ha evaluado si la dosis vespertina de antihipertensivos mejoraba los principales resultados cardiovasculares en comparación con la dosis matutina.
Las personas estudiadas eran adultos que tomaban al menos un antihipertensivo que fueron asignados al azar para tomar su medicación antihipertensiva habitual por la mañana o por la noche. El criterio principal de valoración fue la hospitalización por infarto de miocardio o accidente cerebrovascular no fatales o muerte vascular, en la población con intención de tratamiento.
Se aleatorizó un total de 21.104 pacientes: 10.503 a la dosis vespertina y 10. 601 a la dosis matutina. La edad promedio de los participantes fue de 65 años, de los que el 58% eran hombres y el 98% eran de raza blanca. La mediana de la duración del seguimiento fue de 5, 2 años, pero algunos estuvieron en el estudio durante más de nueve años.
El criterio principal de valoración ocurrió en 362 (el 3,4%) participantes en el grupo de dosificación vespertina (0,69 eventos por 100 años-paciente) y 390 (3,7%) en el grupo de dosificación matutina (0,72 eventos por 100 años-paciente), lo que da un cociente de riesgos instantáneos no ajustado de 0,95.
Los resultados no variaron en los análisis de subgrupos preespecificados y se concluyó además que tomar medicamentos por la noche no era dañino. Raquel Serrano