Tres estudios prometedores para la lucha contra el cáncer
En última reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, la meca donde aprender y mostrar los nuevos tratamientos contra el cáncer, hubo tres presentaciones esperanzadoras por su posible impacto real en la vida de un porcentaje importante de pacientes con cáncer de mama, de pulmón y rectal.
La ceremonia de los Oscar, más allá de las bofetadas, los vestidos de postureo y los selfis, es una reunión donde se realiza un márketing estupendo de las películas que se desean que triunfen en los cines de todo el mundo. De una manera menos frívola y más objetiva, el mundo de la oncología médica tiene cada año su fiesta de puesta de largo, la reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO por sus siglas en inglés, absténganse comentarios no adecuados). El equivalente europeo, la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, mejor sigla sin lugar a dudas), también realiza su congreso anual en otras fechas y aunque ha mejorado muchísimo en la última década, la meca donde aprender y mostrar los nuevos tratamientos contra el cáncer es la reunión americana. Sobre todo, asistentes especialistas formados en oncología médica, aunque otros profesionales biosanitarios e investigadores de los tumores también aparecen esporádicamente por ahí. El tipo de presentación de resultados suele corresponder al de los ensayos clínicos, donde mayoritariamente se muestran datos de respuesta clínica y curvas de tiempo de progresión de enfermedad y de supervivencia global (cuyas representaciones gráficas se llaman de Kaplan–Meier). Les quisiera resumir tres estudios prometedores presentados en la última reunión ASCO acabada de celebrarse por su posible impacto real en la vida de un porcentaje importante de pacientes.
Tratamiento de un tipo de cáncer de mama
El primer estudio, con participación destacada de oncólogos catalanes, trata sobre el cáncer de mama. En el mismo tenemos desde hace años una terapia molecular específica para un subtipo de tumores mamarios que presentan una activación excesiva del oncogén HER-2 debido a que estas mujeres, en su cáncer, en vez de poseer las dos copias normales de este gen tienen muchísimas más (“amplificación” génica, se denomina). Pues ahora un trabajo reciente demuestra que hay otro subgrupo que expresa menos el oncogén HER-2 pero lo suficiente para ser visto por un fármaco que se une a él y al mismo tiempo lleva pegado otro compuesto de quimioterapia. Estas pacientes también han respondido muy bien, y es una esperanza clara para aquellas personas en las que el tumor debuta en su fase de metástasis, es decir, cuando ya se ha escapado del pecho.
Inmunoterapia contre el cáncer de pulmón
Un segundo estudio tiene que ver con el cáncer de pulmón, especialmente con el asociado con el tabaco, que es el 90% de los casos. Como quizás sepan, la inmunoterapia del cáncer, que dio sus primeros pasos en el melanoma, ha hecho una gran irrupción en el cáncer de pulmón, obteniéndose respuestas clínicas y supervivencias no observadas anteriormente. Pues bien, el último trabajo revela que dar la inmunoterapia antes de operar al paciente y luego seguir con la misma después de la cirugía es aún más beneficioso. Puede haber varios motivos para esta observación, y quizás el tratamiento previo ha hecho al tumor más pequeño y el cirujano puede hacer una mejor limpieza.
Fármacos eficaces contra el cáncer rectal
Y el tercer estudio que quisiera comentar tiene que ver también con la inmunoterapia, pero en un tumor en el que pocas veces pensamos, el cáncer rectal. Si existen muchos esfuerzos para estudia el cáncer de colon, frecuentemente nos olvidamos de la parte final del tubo digestivo, donde tumoraciones agresivas también pueden formarse. En este caso, el ensayo ha demostrado que la inmunoterapia con fármacos es muy efectiva (con curaciones completas descritas) en un 5-10% de pacientes con cáncer rectal. Se trata de aquellos pacientes que demuestran un defecto en la reparación de su ADN llamado “inestabilidad” de microsatélites debido a alteraciones hereditarias o epigenéticas de los genes MLH1 y MSH2. Estos tumores rectales que acumulan muchas mutaciones porque no pueden reparar su material genético producen proteínas anómalas que son reconocidas por nuestro sistema inmune como ajenas a nuestro cuerpo y los fármacos de inmunoterapia lo que hacen es estimular este ataque de nuestras defensas contra las células malignas del recto.
Son tres buenas noticias derivadas del último congreso ASCO. Mejores que cualquiera de las películas premiadas en los Oscar. Felicitemos a los protagonistas, mejoremos las condiciones de los profesionales sanitarios y fomentemos la investigación. Seguimos. M. Esteller.