Una mirada de futuro que ya es presente
Por Álvaro Hidalgo Profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y presidente de la Fundación Weber
Durante el año 2020, todo ha cambiado. La pandemia de la covid-19 ha sumido a nuestra sociedad y nuestro modo vida en una encrucijada. Su impacto en el sistema sanitario se ha traducido en una crisis sin precedentes y las consecuencias económicas del confinamiento van a enfrentar a nuestra sociedad con una recesión jamás vivida en la reciente historia de España.
Desde mi punto de vista, independientemente de posibles vacunas o de tratamientos efectivos, como el remdesivir, tendremos que aprender a convivir con la covid-19. Es necesario mirar hacia adelante; la vida no puede detenerse y la música no debe parar…
Por ello, en estos tiempos tan excepcionales que estamos viviendo, escribir sobre terapias avanzadas supone sin duda mirar hacia el futuro. La terapia de células CAR-T está suponiendo una revolución terapéutica tanto en el pronóstico como en la esperanza de vida de los pacientes con algunos tipos de cáncer oncohematológico, y su recorrido no ha hecho más que comenzar. La terapia de células car-t está suponiendo una revolución en algunos cánceres hematológicos
Sin embargo, esta nueva generación de inmunoterapias personalizadas también plantea nuevos retos en el ámbito asistencial, regulatorio y financiero, que es necesario conocer y anticipar, para poder optimizar su abordaje dentro del sistema sanitario.
Estructuras del siglo XX
En este sentido, las terapias avanzadas suponen una innovación del siglo XXI que tiene que ser implementada en un sistema sanitario con estructuras organizativas, de recursos humanos, contables y de gestión del siglo XX.
Por este motivo, implantar una innovación del calado de las CAR-T supone un reto considerable para el Sistema Nacional de Salud, para sus profesionales y también para los pacientes y sus familiares.
La innovación farmacéutica necesita innovación organizacional. Una de las enseñanzas que ha supuesto la crisis de la covid-19 es la necesidad de reformular el sistema sanitario, de llevar a cabo cambios organizativos, de establecer modificaciones sustanciales en la forma de trabajar y en la actitud de los profesionales y los pacientes. En estos tiempos convulsos del coronavirus, hemos visto cómo reformas que se llevan debatiendo durante años en múltiples foros se han aplicado de forma inmediata ante la nueva realidad con la que hemos tenido que aprender a vivir y a gestionar nuestra sanidad.
Mirada dinámica
Mirando hacia el futuro, debemos replantear al entorno en el que vamos a vivir en los próximos años. Por ello, es esencial no solo una visión estática sino una mirada dinámica y adaptativa a la realidad, migrar hacia un modelo asistencial donde la telemedicina debe normalizarse.
Las terapias avanzadas suponen una revolución y una esperanza para muchos pacientes. Tratamientos personalizados, terapia génica, administración de medicamentos una única vez que no solo consiguen salvar vidas, sino que logran que los pacientes puedan llevar una vida plena.
La innovación farmacéutica necesita innovación organizacional, reformular el sistema
Todo ello es posible gracias a la innovación, y para que ésta siga llegando a nuestros pacientes debemos redefinir nuestras prioridades: es necesario apostar decididamente por la I+D+i y por un sistema sanitario para todos y con suficiencia financiera, y trabajar de forma conjunta con las empresas que lideran la innovación en terapias avanzadas desde las etapas tempranas. La prioridad hoy es frenar la pandemia. El reto de mañana es que, una vez conseguido el objetivo de superar la covid-19, seamos capaces de seguir incorporando terapias avanzadas a nuestro sistema, ya que éstas implican avances sin precedentes para la salud de todos nosotros.