Se asocia un biomarcador lipídico con el declive cognitivo en la diabetes de tipo 2
Un estudio apunta a la apolipoproteína A1 como factor de riesgo independiente, con potencial en el diagnóstico de los pacientes que ya están experimentando pérdida cognitiva.
Científicos de diversos centros chinos han descubierto que los niveles circulantes elevados de apolipoproteína (Apo)-A1 distinguen a los pacientes con diabetes de tipo 2 (DT2) con deterioro cognitivo. En el examen de los niveles séricos de biomarcadores del metabolismo lipídico en más de 300 pacientes con DT2, los científicos hallaron que la Apo-A1, pero no el colesterol total, LDL, HDL, triglicéridos o apolipoproteína B, es factor de riesgo independiente, correlacionándose significativamente con los resultados de dos tests frecuentemente utilizados en la evaluación del deterioro cognitivo. El estudio también halló que factores demográficos o clínicos, tales como la edad, sexo, el historial de tabaquismo, el nivel educativo y los niveles de hemoglobina glucosilada también incrementan este riesgo.
Feng-Jin Cheng, investigador de la Universidad de Nanjing y coautor del estudio, afirma la Apo-A1 ya había sido previamente asociada al Alzheimer y al deterioro cognitivo en pacientes con enfermedad de Parkinson. Sobre estos y otros estudios previos, el científico teoriza que las elevaciones en la Apo-A1 surgen como consecuencia del daño a los nervios periféricos. Paradójicamente, la Apo-A1 que penetra en el sistema nervioso dañado procedente de la circulación contribuye a su reparación, señala Cheng. El investigador prosigue indicando que la hiperlipidemia ya había sido reconocida como factor de riesgo de demencia y de deterioro cognitivo leve (DCL) en mayores de 65 años. Los actuales hallazgos son consistentes con los de un estudio previo similar, en el que las elevaciones de Apo-A1 circulantes se asociaron a un avance más rápido del DCL, concluyen los autores. M.T.T./L.D.B. (SyM)