¿Qué diferencia a un orzuelo de un chalazión?
El orzuelo y el chalazión son abultamientos en el párpado y, en algunos casos, puede ser difícil distinguirlos a primera vista.
Un orzuelo es un proceso agudo y aparece a menudo como una protuberancia irritada cerca del borde del párpado, causada por la infección del folículo de una pestaña y su glándula asociada (de Zeiss, que es una glándula sebácea que produce grasa, o la de Moll, que es sudorípara). Un chalazión, sin embargo, es un proceso crónico y tiende a desarrollarse a mayor distancia del borde del párpado que un orzuelo y aparece cuando una glándula sebácea del párpado (de Meibomio) se agranda y la apertura de la glándula se obstruye debido a la grasa. Es habitual que un orzuelo previo sea el causante de esta condición, aunque no todos los chalaziones han sido causados por orzuelos.
Los primeros síntomas de un orzuelo generalmente incluyen dolor y enrojecimiento del área afectada, acompañados de irritación y escozor en los ojos. Otros síntomas que aparecen son: sensibilidad a la luz, formación de costras a lo largo del borde del párpado y lagrimeo.
Alrededor del 25% de chalaziones no presentan síntomas y desaparecen por sí solos sin tratamiento alguno. Sin embargo, a veces un chalazión puede presentar enrojecimiento e hinchazón. Un chalazión grande puede causar visión borrosa ya que puede distorsionar la forma del ojo.
Cualquier persona puede desarrollar un orzuelo o un chalazión, pero si se padece blefaritis, una condición que afecta los márgenes de los párpados, hay más probabilidades de desarrollarlos. También se puede deber a diversas condiciones, entre las que cabe destacar: el estrés, los cambios de estación, los cambios hormonales, enfermedades de la piel como rosácea o dermatitis seborreica o la mala higiene de los párpados (no quitarse el maquillaje de los ojos por completo o bien usar cosméticos viejos o contaminados).
Tratamiento
Existen diferentes tratamientos para eliminar los orzuelos: el uso de antibióticos, la aplicación de calor con compresas calientes, así como la ingesta de antiinflamatorios. Si un chalazión grande o un orzuelo no sana después de otros tratamientos, o si afecta su visión, puede ser necesario drenarlo mediante cirugía. Esta cirugía es un proceso común que se lleva a cabo a partir de anestesia local.
Para prevenir ambas afecciones, es muy importante la prevención con una correcta higiene ocular con toallitas oftalmológicas para lavar debidamente los párpados. No se debe apretar o tratar de extirpar un chalazión o un orzuelo. Tampoco se debe usar maquillaje o lentes de contacto hasta después de que el orzuelo o el chalazión hayan curado. Tanto el chalazión como el orzuelo generalmente responden bien al tratamiento, aunque en algunas personas tienden a ser recurrentes.