Las farmacias, una oportunidad de oro
Las farmacias se han centrado tradicionalmente en el enfermo y en la enfermedad, cuando la propia OMS definió la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad. Bajo esta idea, el escenario actual ofrece una oportunidad de oro para las farmacias. Partiendo de dos elementos fundamentales, como son su presencia en el territorio (el 87% de la población española tiene una farmacia a menos de 250 metros de donde vive) y el consejo y soluciones que aportan a los usuarios ante sus necesidades o problemas de salud, existe un conjunto de factores a los que las farmacias pueden y deben dar respuesta.
Entre estos factores se encuentra el aumento de la esperanza de vida (hemos pasado de vivir hasta los 79 años en el 2000 a los 82 años en el 2011), la elevada incidencia de las enfermedades crónicas y la falta de adherencia a los tratamientos (estudios indican que la mitad de pacientes crónicos al año abandona la medicación). A esto se suma la aspiración de los ciudadanos sanos a sentirse y mantenerse bien y la necesidad de controlar el gasto público sanitario.
Toda esta realidad abre a las farmacias y al sistema la oportunidad de reinventarse para salir beneficiados tanto el ciudadano, como el sistema sanitario y el sector farmacéutico. Respecto al paciente crónico, las farmacias pueden contribuir más a la mejora del cumplimiento, lo que repercutirá sobre su salud y evitará visitas a urgencias y hospitalizaciones, lo que se traduce en menos gasto. En cuanto a la población sana o aparentemente sana, actividades de prevención, control y seguimiento, la educación en la adopción de hábitos saludables, y también la detección de enfermedades, tiene efectos positivos para todos. Respecto al sistema sanitario público, el desarrollo del potencial sanitario de la farmacia conllevará la reducción de los costes derivados de un inadecuado uso de las urgencias, de ingresos hospitalarios, las consecuencias clínicas de un incorrecto tratamiento o un diagnóstico tardío.
Las farmacias se encuentran ante el reto de superar graves dificultades económicas, barreras legislativas, hacer frente a fuertes¡ competidores y la necesidad de defender su parcela en el sistema sanitario y en el autocuidado. Para ello, cuentan con la oportunidad de convertirse en el elemento capaz de ofrecer al ciudadano soluciones próximas, de dar cohesión y eficiencia al sistema, reduciendo costes, y de permitir al sector farmacéutico la posibilidad de crecimiento sostenible.