La salud no lo es todo en la vejez
Los especialistas inciden en que otros aspectos como la motivación y la compañía son también imprescindibles para ser feliz
Las personas que sufren de soledad tienen más riesgo de padecer algunos trastornos mentales
Sofía Larrucea
“Ha sido una gran aventura y un enorme privilegio”, con estas palabras se despedía de la vida Olver Sacks en su carta Mi propia vida tras enterarse que se iba a morir a causa de un cáncer que padecía. Y razón no le faltaba al neurólogo. A pesar de que el estudio realizado por Sanitas, llamado Actitud ante el Envejecimiento, muestra como la salud es el aspecto más valorado por las personas jóvenes a la hora de asegurar la felicidad en la etapa de la vejez (con un 85% de los votos), especialistas como Iñaki Ferrando, director de comunicación médica de Sanitas, recuerdan que hay muchos otros elementos imprescindibles para asegurar el bienestar. “Que la vida tenga un significado y que valga la pena vivir” es, para este médico, un aspecto clave. Según su testimonio, si bien la salud es importante, dotar de sentido nuestra vida y mantener la ilusión “por pequeñas cosas” pueden hacer que cuando la persona llegue a la etapa de la vejez, lo haga de forma mucho más optimista. Algo que no tiene nada que ver con las creencias religiosas. “Uno puede buscar la trascendencia en otros pequeños detalles, lo importante es sentirse realizado”, aclara.
Una realización que no debe acabar cuando uno se hace mayor. “Puede pensarse que, a diferencia de lo que ocurre con los jóvenes, la gente mayor lo tiene todo hecho, y eso no es así”, apunta este especialista. De hecho, está demostrado que cuando las personas, independientemente de su edad, tienen proyectos o aficiones, gozan de mayor salud y bienestar. Además, también se ha demostrado que cuando se estimula a las personas mayores, éstas pueden seguir aprendiendo. Sin olvidar la parte afectiva y social, otro ingrediente fundamental de la felicidad. No hace mucho podían leerse diferentes carteles publicitarios donde una mujer de edad avanzada reconocía que nunca habría pensado que lo peor de hacerse mayor era la soledad. Y, efectivamente, para algunos profesionales lo es. “Somos seres sociales y necesitamos estar en compañía y las personas mayores no son una excepción”, afirma el director de comunicación médica de Sanitas. De hecho, parece ser que las personas que sufren de soledad tienen más riesgo de padecer algunos trastornos mentales, así como enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
El estudio también transmite que, en general, los jóvenes mantienen una actitud positiva frente al envejecimiento y un 87% de los encuestados espera mantenerse activo durante la vejez. El ocio y los viajes se coronan como las principales actividades que realizarían un 80% de los encuestados tras su jubilación.