La mortalidad en sepsis aumenta un 8% por cada hora de retraso en aplicar el tratamiento
En estudio nuevos biomarcadores para detectarla más precozmente
En España se producen al año 175.000 casos de sepsis, 50.000 de ellos graves, provocando la muerte a unas 17.000 personas. Estas cifras la convierten en un auténtico problema de salud pública. El impacto sanitario y económico de este proceso y la importancia de aplicar medidas para mejorar el diagnóstico han sido aspectos debatidos durante la sesión “Retos y oportunidades en la gestión de la sepsis”, organizada con el apoyo de Beckman Coulter, en el marco del 21 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), celebrado del 8 al 10 de mayo en Santiago de Compostela.
La sepsis se produce por una respuesta inmune anómala a una infección, que puede ser común, habitualmente provocada por bacterias, aunque también por virus, hongos y parásitos. Causa disfunción en uno o diversos órganos, pudiendo provocar un shock o fallo multiorgánico. Su detección temprana es vital para poder aplicar el tratamiento lo antes posible y evitar la muerte del afectado. “El diagnóstico precoz de la sepsis es fundamental, ya que se trata de una enfermedad tiempo dependiente en la que cada hora de retraso en la instauración del tratamiento adecuado aumenta en un 8% la mortalidad del paciente”, afirma uno de los ponentes, Juan González del Castillo, coordinador de Grupo de Infecciones de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (INFURG-SEMES) y facultativo Especialista de Área del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Biomarcadores para una detección más precoz
Para agilizar el diagnóstico de este proceso, está jugando un papel destacado el conocimiento de nuevos marcadores biológicos que permiten mejorar la identificación de estos pacientes. “El desarrollo de biomarcadores más sensibles y específicos ha permitido mejorar no solo la identificación precoz de los pacientes, incluso adelantándose a su deterioro clínico, sino también monitorizar la respuesta al tratamiento administrado, permitiendo su ajuste en caso necesario”, explica este especialista.
En los últimos años, han aparecido diversas moléculas que pueden ayudar en el diagnóstico de la sepsis, como la proteína C reactiva (CRP, por sus siglas en inglés), la procalcitonina (PCT), la pro-adrenomedulina o el TNF; sin embargo, ninguna de ellas ha demostrado por si sola ser un marcador específico de sepsis, según Neus Robert, médico adjunto del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), también participante en la sesión del Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria. “El futuro probablemente pasa por encontrar un biomarcador que, junto con algunos parámetros clínicos, nos ayude a realizar el diagnóstico de una forma más precoz”, apunta.
Ensayo clínico con resultados prometedores
Este centro hospitalario participa en un ensayo clínico para evaluar el papel que juega el indicador MDW (por sus siglas en inglés, ancho de distribución de los monocitos, en español) como marcador precoz de sepsis. Este ya está disponible en el hemograma (análisis de sangre) sin tener que realizar más determinaciones bioquímicas para obtener datos que ayuden en la sospecha de la sepsis. “Los resultados de los que disponemos en la actualidad son muy preliminares y en un grupo reducido de pacientes, ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos, con características muy específicas; sin embargo, nos invitan al optimismo, ya que existe una clara diferencia en el valor del MDW entre los casos en los que se sospecha infección respecto a los pacientes en los que no se tiene en cuenta este indicador”, subraya la doctora Robert.
“Los gestores sanitarios son cada vez más conscientes de la importancia de incorporar en los hospitales avances tecnológicos que permitan una mejora en la detección más precoz de la sepsis, lo que implica una mejora de los resultados en salud y genera ahorros económicos. En este sentido, en Beckman dedicamos grandes esfuerzos para ofrecer a los clínicos las últimas innovaciones“, ha expresado el director general de Beckman Coulter Iberia, José Antonio Herráez.
Impacto económico de la sepsis
El impacto económico de cada episodio de sepsis en los hospitales españoles se estima entre 10.000 y 18.000 euros, según afirmó otro de los expertos participantes en la sesión sobre este proceso, el profesor Anton-Giulio Manganelli, investigador senior del Research in Health and Economics (CRES) de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Hay estudios que muestran una clara relación entre el aumento de los costes hospitalarios y el retraso en el diagnóstico, señala. “El aumento de la mortalidad y de las secuelas debido al retraso en el tratamiento de la sepsis son problemas de salud pública aún más importantes que el coste hospitalario en sí”, añade. En su opinión, “el aumento de la edad media de la población y de las comorbilidades asociadas a este hecho ofrecen un contexto donde reducir los tiempos de diagnóstico y tratamiento de la sepsis será aún más importante en el próximo futuro”.