La combinación de braquiterapia y radioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata evidencia grandes resultados
La supervivencia de los pacientes aumenta del 85 al 95% a diez años vista
El cáncer de próstata es el tumor más diagnosticado en hombres en nuestro país. Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en el año 2014 cerca de 33.000 hombres fueron diagnosticados en España. Este dato evidencia la importancia de la detección precoz, pero especialmente del tratamiento de este cáncer, ya que en un 40% de los casos se trata de tumores de alto riesgo. La buena noticia es que, gracias a la combinación de radioterapia externa con braquiterapia con Alta Tasa de Dosis (HDR), se ha conseguido incrementar la supervivencia de los pacientes del 85 al 95% a diez años vista, teniendo en cuenta que, además, esta técnica combinada también disminuye tanto los efectos adversos propios de la radioterapia, como el tiempo que dura el tratamiento, tal y como indica Benjamí Guix, director de la Fundació IMOR de Barcelona, Instituto Médico especializado en Braquiterapia i Radioterapia.
Esta técnica combinativa se basa en la aplicación de fuentes radiactivas en la glándula prostática con el fin de destruir las células cancerosas. Dentro del quirófano, mediante un ecógrafo se introducen las agujas y se cargan con el material radioactivo. “Se proyecta sobre el paciente una dosis mucho más alta y el riesgo de dañar los tejidos sanos es menos de un 1%”, comenta Benjamí Guix. De esta forma se puede irradiar más el tumor, consiguiendo un mayor rendimiento del tratamiento , teniendo en cuenta que, además “los tumores de próstata son un tipo especial de cánceres que, entre otros aspectos, se caracterizan por responder mejor a pocas sesiones pero de alta dosis”, como apunta el especialista. Y es que, no podemos olvidar que la aplicación de braquiterapia y radioterapia también presenta otro gran beneficio para los pacientes de este tumor, y es que el tiempo de tratamiento se reduce notablemente. Mientras que hasta ahora debían estar unos 40 días con la terapia, ahora, este periodo se ha reducido a apenas 23 días.