Ictus, la pandemia silenciosa
Los accidentes cerebrovasculares suponen la segunda causa de muerte global. Ante cualquier síntoma compatible hay que actuar con rapidez.
Los números indican que el ictus es la pandemia silenciosa del siglo XXI. Y la palabra “pandemia” no está elegida al azar, es la segunda causa de muerte global. Todo sucede muy rápido y hay que actuar más rápido todavía. Cuando se compromete la llegada de la sangre al cerebro y se provoca el consiguiente daño neuronal, cada minuto cuenta. Estas son las claves sobre esta enfermedad cardiovascular de la que, por desgracia, cada vez oímos hablar más:
NO ES UNA ENFERMEDAD DE GENTE MAYOR
También afecta adultos en edad laboral, a jóvenes e incluso a niños. En definitiva, puede afectar a cualquiera. Uno de cada tres ictus se produce en personas laboralmente activas y esto no es una cantidad residual, sino un impacto en adultos jóvenes muy elevado.
ES LA PRIMERA CAUSA DE MUERTE EN LAS MUJERES
En España mueren al año más de doble de mujeres por ictus que por cáncer de mama y hasta 14 veces más que por accidentes de tráfico. ¿por qué ocurre más en mujeres? Es necesario seguir investigando en las causas, pero más que por una razón fisiológica se cree que puede ser por factores socioculturales.
SALEN CAROS
El coste medio de un ictus durante el primer año es de 27.711 euros. Dos terceras partes de estos costes, más de 18.000 euros, durante el primer año, corresponden a cuidados informales como los servicios prestados por no profesionales, que principalmente son familiares, recayendo este coste en el entorno familiar.
LA MITA DE LOS AFECTADOS QUEDAN CON SECUELAS O FALLECEN
Actuar a tiempo puede salvar vías y además es clave con respecto a la gravedad de las posibles secuelas.
PRINCIPALES SECUELAS
España suma cada año 48.000 personas nuevas que después de un ictus tiene rígidos o tensos los músculos de los miembros superiores o inferiores, estas secuelas son dificultan realizar actividades de su vida diaria como sentarse en una silla o coger objetos con la mano. La rehabilitación les ayudará.
SEÑALES DE ALARMA
Lo primero es recordar que los síntomas del ictus son bruscos y repentinos. Por tanto, debemos estar alerta si de un momento a otros notamos: flacidez y parálisis facial; pérdida de fuerza o de comprensión. J.S.T. (SyM)
