Estimulación artificial de óvulos puede mejorar la calidad de embriones y reducir abortos espontáneos
Es imprescindible en algunos casos de anomalías de espermatozoides u ovocitos que impiden la interacción normal entre las moléculas
La estimulación artificial de la activación ovocitaria en los tratamientos de fecundación in vitro (FIV) no sólo favorece la fecundación, sino que produce efectos beneficiosos tardíos que afectan el desarrollo de embriones, mejora el ritmo de sus divisiones celulares y aumenta la capacidad de anidación en el útero y su posterior desarrollo, disminuyendo la frecuencia de abortos espontáneos.
En los años 90 se desarrolló la técnica de Inyección Directa de Espermatozoides en el Citoplasma del Ovocito, ICSI, y se pensaba que los ovocitos que llegaban a superar el trauma de la inyección y sobrevivían serían automáticamente fecundados. Sin embargo, muchos ovocitos inyectados no se fecundaban a pesar de llevar un espermatozoide dentro.
Ya entonces, Jan Tesarik y Carmen Mendoza demostraron que la presencia de fallos en la activación ovocitaria es responsable de la gran mayoría de los fracasos de fecundación con la técnica ICSI. La simple presencia de un espermatozoide con su material genético dentro del ovocito inyectado no significa que la fecundación se va a producir. El término “fecundación”, aparte de la introducción de la información genética paterna, también implica una serie de reacciones en cadena que inician las divisiones celulares necesarias para transformar el ovocito en un embrión capaz de crecer, implantarse en el útero y continuar su desarrollo hasta el nacimiento de un niño. Esta fase de la fecundación se llama “activación ovocitaria” y el equipo Tesarik-Mendoza desarrolló diferentes métodos de estimulación artificial -iones de calcio o mecánicamente- que pueden contrarrestar los fallos en la activación ovocitaria, reactivar el proceso y salvar los ovocitos del fracaso de la fecundación.
Recientemente, un trabajo publicado por investigadores turcos en la revista Systems Biology in Reproductive Medicine, ha demostrado por primera vez que la estimulación artificial de la activación ovocitaria no sólo ayuda a alcanzar la fecundación sino que disminuye la frecuencia de abortos espontáneos.
La estimulación artificial de la activación ovocitaria es absolutamente necesaria en algunos casos de anomalías de espermatozoides u ovocitos que impiden la interacción normal (el diálogo) entre las moléculas proveniente del espermatozoide que dicen “estoy aquí” y las moléculas complementarias del ovocito que responden “te veo”, es decir entienden el mensaje del espermatozoide, reaccionan adecuadamente e inician el desarrollo embrionario.
“Conocíamos -concluye Tesarik- varias causas de abortos espontáneos, tales como anomalías cromosómicas (provenientes de los ovocitos o de los espermatozoides) y enfermedades sistémicas (diabetes, nefritis, enfermedad celiaca) o infecciosas (toxoplasmosis, brucelosis, listeriosis) de la madre. Aunque sospechábamos la existencia de factores abortivos relacionados con anomalías de la activación ovocitaria, no había una prueba directa”.