Diabetes: cómo acercar al paciente las nuevas tecnologías de control de la glucosa
Un estudio revela que solo el 30% es usuario de algunos de estos dispositivos.
Solo el 30% de las personas con diabetes es usuaria de alguna de las tecnologías avanzadas para el control de la glucosa, mientras que un 20% no utiliza ninguno de estos sistemas de forma frecuente. Además, solo un tercio (33%) es usuario de aplicaciones digitales para el control y seguimiento de la glucosa y, dentro de este grupo, los que más las emplean son las mujeres con diabetes gestacional (81%) y las personas con diabetes tipo 1 (59%). Por el contrario, la mayor parte de personas con diabetes tipo 2 (83%) no recurre a ellas.
Estos son algunos de los datos del I Estudio sobre percepciones y preferencia de los españoles con diabetes para el control de su enfermedad, impulsado por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Federación Española de Diabetes (FEDE) y Dexcom,.
En la investigación han participado 1.495 españoles con diabetes (tipo I, II y diabetes gestacional), de los cuales un 37% considera que podría mejorar el control de su diabetes y adherencia al tratamiento, algo en lo que podrían contribuir de forma especial las tecnologías avanzadas para el control de la glucosa, “puesto que favorecen la mejora de la calidad de vida del paciente, un mayor conocimiento de su estado de salud y una mayor adherencia al tratamiento”, explica Fernando Gómez Peralta, coordinador del Área de Conocimiento en Diabetes de la SEEN.
Como explican desde FEDE, entre estas nuevas tecnologías destacan:
- Los sistemas de monitorización continua de glucosa: un dispositivo que permite medir de manera continua los niveles de glucosa. Realiza lecturas cada cinco minutos y, además, permite observar la tendenciade la glucosa y la velocidad a la que sube o baja. También dispone de opciones de alertas personalizables que avisan al usuario cuando sus niveles de glucosa en sangre se salen de los recomendados por su profesional sanitario de referencia.
- Los sistemas de monitorización flash: este dispositivo consta de un lector y un sensor, que tiene un catéter que se mantiene en contacto con la piel, mediante un adhesivo. El sistema de monitorización flash mide los niveles de glucosa en el líquido intersticial, generando una lectura continua de la glucosa, sin necesidad de calibración con glucemias capilares, que el paciente puede escanear en cualquier momento.
- Lossistemas de asa cerrada: también conocidos como sistemas de páncreas artificial o sistemas de infusión automatizada de insulina. Posee tres elementos: una bomba de insulina, un sensor continuo de glucosa intersticial en tiempo real y un algoritmo. Este último, determina la cantidad de insulina que debe infusionar la bomba, en función de las lecturas realizadas por el sensor. De esta forma, los niveles de glucosa en sangre se mantienen en valores estables y adecuados.
- Labomba de infusión continua de insulina: un dispositivo de administración de insulina indicado para personas con diabetes tipo 1. No mide la glucosa y cuenta con un depósito no inteligente. Esto significa que la bomba debe ser programada de acuerdo con las necesidades de cada persona a lo largo del día. Debido a que la bomba no mantiene los niveles de glucosa dentro de la normalidad por sí misma, el usuario debe realizar controles de glucemia capilar.
Inés Mera Gallego, coordinadora del Grupo de Diabetes de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac) y dietista-nutricionista en Maella,(Zaragoza), incluye también entre estas nuevas tecnologías las aplicaciones (app) para teléfonos móviles con las que los pacientes pueden seguir los valores de glucosa, la actividad física, la alimentación, etc.; las pulseras, relojes… denominados wearable¨, y las bases de datos/plataformas a las que se pueden conectar los sensores para volcar los datos y que sirven para tener información sobre la salud. “Y quizás se podría considerar la telemedicina como herramienta tecnológica de control de los pacientes con diabetes, a distancia e interaccionando con los profesionales sanitarios encargados de su cuidado”, añade.
Para Juan Francisco Perán Perán, presidente de FEDE, que los pacientes puedan acceder a estas tecnologías es “un avance importantísimo para ellos y para sus familias, pues todos ganan en calidad de vida”. Y destaca que estos dispositivos “proporcionan datos muy valiosos que son necesarios para que el paciente tome decisiones relacionadas con su enfermedad”. Por ello, con su utilización se “disminuyen las complicaciones asociadas a un mal control de la enfermedad”. Es más, afirma que se reducirían gastos directos e indirectos derivados de ellas. “Según un estudio que realizamos en 2021, los gastos que genera una persona con diabetes bien controlada son de 880 euros, frente a los 2.100 de uno que no lo está”, enfatiza Perán, quien también pone el foco en los 2.100 millones de euros de gasto que provocan las complicaciones de la diabetes y en los 2.600 millones de euros al año de gastos indirectos”, resalta.
Sin embargo, pese a los beneficios de estas tecnologías avanzadas, el acceso y uso es todavía escaso, como se ha visto en el estudio. Y aquí influyen varios factores, como la edad, pues las personas mayores son quienes menos las utilizan, como se ha visto en el estudio, y el desconocimiento de las coberturas públicas que ofrece el Ministerio de Sanidad para su adquisición. Y es que, la mitad de los encuestados no sabe que se han ampliado las prestaciones sanitarias del sistema público, como ha quedado reflejado en la investigación.
Información y tranquilidad desde la farmacia
Sobre el primer punto, Gómez Peralta cree necesario “hacer un esfuerzo con las personas de edad avanzada” para que también ellas se puedan beneficiar de los nuevos sistemas de control de la glucosa.
De la misma opinión es Eduardo Senante, quien cree que la botica es el lugar ideal para explicar a las personas con diabetes, entre ellas los mayores, el correcto uso de las tecnologías avanzadas para el control de la glucosa. “Poco a poco trabajamos cada vez más -afirma-, pero harían falta más campañas para que este público se incorpore a estos sistemas”.
De hecho, Mera Gallego menciona lo que se denomina Autocontrol Asistido por el Farmacéutico, que consiste, “en explicar, acompañar y formar al paciente en la utilización de las nuevas tecnologías, principalmente, a las personas de avanzada edad, cuya comprensión y utilización de las nuevas tecnologías es mucho menor que en los jóvenes”.
Según Senante, los mayores “tienen miedo a no saberlas manejar bien” y ha comprobado que, “al primer error que les sale en el dispositivo lo dejan”. A su juicio, el farmacéutico debe transmitirles confianza y tranquilidad y explicarles que son fáciles de usar. Y propone lanzar este mensaje para que pierdan el miedo: “Igual que sabes mandar un whatsapp a tus hijos o a tus nietos y has aprendido durante la pandemia a hacer videollamadas también puedes usar estos dispositivos, porque son muy sencillos, aunque no lo creas”.
Dicho esto, es útil mostrarles todos los beneficios que les va a aportar en cuanto a calidad de vida, pues evitará muchos pinchazos en el dedo, tendrá un mayor control de la enfermedad, mayor seguridad en el tratamiento, más adherencia y menos complicaciones de la enfermedad en el futuro. “Una vez los prescriba el médico, desde la farmacia, debemos animar a que los prueben y los usen”, defiende.
Consejos de uso
La intervención del farmacéutico también puede ir encaminada a explicar cómo manejarlos adecuadamente y, si fuera necesario, ofrecerles apoyo para resolver dudas si les sale algún error. Entre esos consejos, Senante destaca que se puede explicar, que en el caso de los sistemas que para el control precisan un dispositivo que se pega en la piel, “antes de pegarlo, la piel debe estar bien limpia y seca, pues el dispositivo se podría despegar si, por ejemplo, el paciente se ha aplicado una crema”. “Si van a nadar o a ir a lugares con mucha humedad
-prosigue- se les puede ofrecer apósitos especiales que tienen el tamaño del dispositivo para cubrirlo y que no se despegue”.
Igualmente, cree que el farmacéutico puede resolver dudas sobre manejo técnico, “siempre que se forme previamente”. En su caso, han acudido a él “porque no les conectaba el sensor con el móvil por el bluetooth o porque no tenían actualizada la aplicación o porque no sabían poner límites al dispositivo… Nosotros podemos ayudarles a resolverlas o si no, conectar con el fabricante”.
Coberturas sanitarias
Por otra parte, qué más de la mitad de los encuestados con diabetes (56%) desconozca que se han ampliado las prestaciones sanitarias públicas disponibles para ellos refleja un punto de mejora y una labor en la que deben trabajar los profesionales sanitarios, como coinciden en señalar Gómez Peralta y Senante.
Así, el primero recuerda que se han venido produciendo ampliaciones de coberturas desde 2018 relacionadas con el acceso a las tecnologías avanzadas de control de la glucosa, siendo la última en 2021. De hecho, el Gobierno anunció en agosto de aquel año que el Sistema Nacional de Salud ampliaba “la financiación de los sistemas de monitorización continua de glucosa en tiempo real, incluyendo en la cartera común de servicios los sistemas de monitorización MCG-TR para pacientes adultos con diabetes mellitus tipo 1 y riesgo de hipoglucemias graves (al menos un episodio de hipoglucemia grave durante el año previo o por hipoglucemias inadvertidas), que realicen terapia intensiva con insulina (múltiples dosis diarias o con bomba de insulina), que requieran realizar al menos seis punciones digitales al día para la automonitorización de la glucosa en sangre y que muestren motivación para mantener una buena adherencia al dispositivo”, rezaba su comunicado.
El problema, según estos dos expertos, es cómo se trasladan esas nuevas pautas del ministerio a las comunidades autónomas. En cualquier caso, en lo que al farmacéutico se refiere, Senante defiende que es bueno que esté al día de las novedades que se produzcan en su comunidad para transmitirlas a sus pacientes con diabetes.
Mera Gallego señala a la Administración y defiende que “se necesitaría voluntad” por su parte “para acabar de incluirlas en todas las comunidades autónomas”. Y añade: “Supongo que lo haría si demostrasen su eficiencia, lo cual podría investigarse mediante estudios llevados a cabo por farmacéuticos en las farmacias comunitarias, comenzando por la opinión y realidad de su conocimiento y utilización de ellas por los propios farmacéuticos comunitarios”.
Control de la enfermedad
En el estudio presentado se muestra otro dato importante y es que, únicamente el 55% de los españoles con diabetes afirma tener un buen control de la enfermedad y adherencia al tratamiento.
La farmacia no puede mantenerse al margen de estos datos; de hecho, no lo hace y ha mostrado su compromiso no solo con las personas con diabetes sino con otras patologías crónicas para mejorar su control y la adherencia al tratamiento. Por poner un ejemplo, Juan Pedro Vaquero, secretario del Consejo Andaluz de COF, recuerda que ellos han creado la plataforma Axonfarma, “que permite registrar y controlar a los pacientes diabéticos, haciendo un seguimiento de sus parámetros, incluso permitiendo que se puedan descargar los datos de los glucómetros en la plataforma para un mejor control”.
Mera Gallego recuerda que su sociedad científica, además de proporcionar un programa continuado en diabetes, realiza de manera periódica campañas y estudios que proporciona a los farmacéuticos comunitarios herramientas para conocer y mejorar el control de la adherencia al tratamiento farmacológico y no farmacológico de las personas con diabetes. “Uno ejemplo de ello fue el Estudio Adhifac: valoración de la adherencia al tratamiento hipoglucemiante y detección de hipoglucemias en farmacias comunitaria españolas”, realizado en colaboración con las sociedades médicas SED, Semergen y Semfyc, cuyo objetivo principal fue medir la adherencia de los fármacos hipoglucemiantes, detectar y cuantificar hipoglucemias inadvertidas y recurrentes, conocer la percepción de los pacientes sobre su tratamiento y derivar al médico en casos de no adherencia e hipoglucemias no solucionadas. En él, más de la mitad de los participantes (muestra total 618 personas con diabetes) necesitaron intervención farmacéutica (educativa y/o farmacoterapéutica) y solo una pequeña parte se derivó al médico (7,9%).
Otras iniciativas promovidas por Sefac, ya a nivel general de la adherencia al tratamiento no específico en personas con diabetes, son el proyecto ADHe+, cuyo objetivo es reforzar el papel del farmacéutico en la adherencia y ayudar a detectar pacientes no adherentes durante la dispensación en la farmacia comunitaria, y la creación del curso formativo de dispensación, adherencia y uso adecuado del tratamiento.
Escuchar al paciente
Perán no se olvida de la educación diabetológica tan necesaria para el buen uso de las tecnologías avanzadas en diabetes e interpretación de datos. Esta visión es compartida por la portavoz de Sefac: “De nada sirve tener acceso a una de estas nuevas tecnologías sin una correcta educación tras ellas; es decir, una educación diabetológica. Estas nuevas tecnologías ya llevan en el mundo de la diabetes desde hace años, lo único que restringidas a un tipo específico de persona con diabetes. El farmacéutico comunitario está en constante evolución y reciclaje formativamente hablando y es uno de los profesionales sanitarios que debe incidir e incide en el uso correcto de estas tecnologías. Por otra parte, el farmacéutico tiene las herramientas necesarias para poder empoderar al paciente en la interpretación de los resultados. Pero nunca debemos de olvidar y, por tanto, advertirle de que la interpretación de los resultados debe ser realizada por un profesional sanitario, o al menos, poder establecer alarmas que el paciente sepa detectar y compartir con él”.
Perán destaca, igualmente, la necesidad de que se cuente con el paciente a la hora de tomar decisiones relacionadas con su enfermedad, dirigiendo su mensaje especialmente a la Administración. “La encuesta refleja la necesidad real de impulsar el conocimiento y formación en todas las opciones para el control de la glucosa que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes. En este sentido, también es necesario favorecer el acceso de los pacientes a la opción que mejor se adapte a su estilo de vida y necesidades. En definitiva, es fundamental promover la participación e información del paciente en todo lo relacionado con su patología y, para ello, el fomento del trabajo de las asociaciones, en coordinación con el resto de agentes sanitarios, es esencial”.
El estudio mencionado forma parte de la iniciativa #LideraTuDiabetes, una campaña de concienciación y educación diabetológica para empoderar a las personas con diabetes en la toma de decisiones sobre su control y tratamiento. Gema Suárez Mellado