¿Cómo mejorar la vigilancia del virus de la gripe?
El virus de la gripe cambia cada año, de ahí que los colectivos vulnerables tengan que vacunarse de nuevo cada otoño para estar protegidos contra la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) diseña la nueva formulación del suero a partir de estimaciones sobre cuál va a ser la siguiente variante del patógeno. La información sobre la que la OMS basa su previsión viene del análisis que hacen centenares de laboratorios de todo el mundo de los virus circulantes, mediante la hemaglutinación. Esta técnica es el procedimiento básico para caracterizar los virus en el laboratorio. Consiste en tomar una muestra infectada con el microorganismo, como el de la gripe, a la que se añaden glóbulos rojos de origen animal y se dejan sedimentar.
La hemaglutinación es una técnica clásica que aún se utiliza al ser versátil y barata, pero tiene un problema, advierte Eva Baldrich, investigadora del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR). Cada laboratorio tiene que producir sus glóbulos rojos a partir de animales vivos. Al tratarse de células variables e inestables, esto dificulta la estandarización del método para comparar resultados entre laboratorios. Por eso, la responsable del grupo de nanoherramientas diagnósticas del VHIR está desarrollando glóbulos rojos sintéticos que mejoren la detección y la vigilancia de infecciones víricas. El primer prototipo que Baldrich ha diseñado ya ha superado en reproducibilidad, estabilidad y velocidad a las células de origen animal que se usan en la hemaglutinación. Además de detectar la gripe, Baldrich espera contribuir al control de otras infecciones, como el SARS-CoV-2 o la rubéola. Núria Jar