¿Cómo mejorar la detección del alzheimer en sus inicios?
Un diagnóstico más precoz frena la progresión de la enfermedad
Una resonancia magnética del cerebro muestra cambios en algunas áreas años antes de que aparezcan los síntomas del alzheimer, según ha comprobado Juan Domingo Gispert, responsable del área de neuroimagen en el Centro de Investigación del Cerebro BarcelonaBeta , vinculado a la Fundación Pasqual Maragall.
Por ahora estos cambios se han estudiado de manera retrospectiva: se han analizado resonancias de personas ya diagnosticadas y se han identificado reducciones de tamaño muy sutiles en áreas cerebrales implicadas en el alzheimer. A partir de ahora está previsto estudiarlos de manera prospectiva: se analizarán las resonancias sin saber a priori si una persona tiene otras alteraciones características de las fases iniciales del alzheimer. De este modo, se comprobará si se puede predecir quién desarrollará alzheimer y quién no, explica Gispert, que colabora en este proyecto con Verónica Vilaplana, de la Universitat Politècnica de Catalunya.
“Nuestro objetivo es mejorar el diagnóstico del alzheimer en sus inicios”, explica el investigador. Pero no para ofrecer un test de diagnóstico precoz a los ciudadanos, ya que las imágenes de la resonancia magnética no son lo bastante concluyentes para poder afirmar si una persona tendrá alzheimer. Además, aunque se pudiera saber, en este momento no se le podría ofrecer ningún fármaco para frenar el curso de la enfermedad.
De lo que se trata es precisamente de acelerar el desarrollo de estos fármacos. Para ensayar los fármacos candidatos, hace falta reunir una muestra amplia de voluntarios que tengan un alto riesgo de desarrollar alzheimer en el futuro. Pero, para encontrar a estos candidatos, es necesario hacerles pruebas invasivas y costosas como un PET (en que se inyecta en el cuerpo un isótopo radioactivo) o una punción lumbar (en que se extrae líquido cefalorraquídeo del interior de la columna vertebral).
Identificar a los candidatos a partir de una resonancia magnética facilitaría y abarataría la realización de ensayos clínicos con personas que tienen una alta probabilidad de desarrollar alzheimer, lo que ayudaría a encontrar fármacos capaces de frenar la neurodegeneración. ‘Questions for the Future’ de ‘la Caixa’