El impacto de la EPOC sobre las mujeres es diferente
Su abordaje requiere una intervención ajustada a las características diferenciales de género que presenta
Las estadísticas han demostrado que las proporciones de la población con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) diagnosticada son más altas entre los hombres que entre las mujeres. Esto se ha explicado por la mayor prevalencia de tabaquismo en hombres, que es el principal factor de riesgo asociado con la EPOC. Sin embargo, en las últimas décadas se está observando un aumento constante en la prevalencia de EPOC y las tasas de mortalidad entre las mujeres en los países industrializados, mientras se estabiliza en los hombres.
La búsqueda de las causas y explicación de este aumento han centrado el estudio Clinical Features Of Women With COPD: Sex Differences In A Cross-Sectional Study In Spain. “The ESPIRAL-ES Study”, cuyo principal autor es el Dr. Juan Antonio Trigueros, responsable del Grupo de Trabajo de Enfermedades Respiratorias de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Sus principales datos se han analizado dentro de la VII Jornada Dual Neumológica, organizada por la sociedad médica los días 28 y 29 de febrero en Málaga.
La investigación ESPIRALES, cuya principal finalidad era describir las características clínicas de mujeres con EPOC atendidas en la práctica diaria habitual en España, parte de la idea de que el diagnóstico insuficiente y el diagnóstico erróneo de EPOC en ambos sexos se han relacionado con diferentes factores, incluida la infrautilización de las medidas objetivas de la función pulmonar. Sin embargo, los autores detectaron que el infradiagnóstico en las mujeres suele ser mayor que en los hombres.
Según el Dr. Trigueros, “el impacto de la EPOC en las mujeres está poco estudiado, pero la evidencia que existe revela diferencias de género potencialmente sustanciales en la susceptibilidad, la gravedad y el perfil clínico de la enfermedad”. La mayor prevalencia de EPOC y la mortalidad relacionada informada para los hombres en estudios epidemiológicos anteriores puede deberse al diagnóstico insuficiente de las mujeres.
Además, factores como la prevalencia de síntomas, factores desencadenantes, susceptibilidad al tabaquismo, frecuencia de exacerbaciones, deterioro de la calidad de vida y presencia de comorbilidades (por ejemplo, desnutrición, depresión y osteoporosis) se observan con mayor frecuencia en mujeres con EPOC. “A pesar de estas diferencias, las pautas actuales para el diagnóstico y el tratamiento de hombres o mujeres con EPOC son las mismas. Por lo tanto, los profesionales de la salud deben ser particularmente conscientes de reconocer las diferencias de género en pacientes con EPOC para optimizar la evaluación, el seguimiento y el tratamiento de esta enfermedad”, apunta el responsable del Área de Respiratorio de la SEMG.
Resultados del estudio ESPIRALES
Este estudio multicéntrico transversal tomó como muestra a un total de 1.610 pacientes, con una edad media de 62 años, diagnosticados con EPOC reclutados por 563 médicos en centros de Atención Primaria y Servicios de Neumología durante un período de 90 días.
ESPIRALES proporciona evidencias sobre las características clínicas de las mujeres con EPOC atendidas en Atención Primaria y Especializada en la práctica diaria de rutina en España. Sus resultados apuntan a que el deterioro de la función pulmonar, la gravedad de la EPOC y su impacto en la calidad de vida del paciente fueron aparentemente similares en hombres y mujeres. El número de comorbilidades concurrentes también fue similar, pero los trastornos individuales se vieron afectados de manera diferente según el género, con enfermedades cardiovasculares más frecuentes en hombres y osteoporosis en mujeres. Es por ello que “el presente estudio destaca el impacto de la EPOC en las mujeres y la importancia de continuar la investigación basada en el género en las enfermedades respiratorias relacionadas con el tabaco”, según sus autores.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una causa importante de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, con importante carga económica y social, así como con un elevado impacto de la calidad de vida en pacientes. Se espera que la carga de la EPOC seguirá aumentando en los próximos años, siendo testigo de un cambio importante en el perfil sexual de la enfermedad. Aunque durante muchos años los afectados por EPOC han sido los hombres en mayor proporción que las mujeres, las diferencias se están reduciendo. Esta percepción anticuada de la EPOC como una enfermedad masculina, se asocia a un menor conocimiento de los síntomas de la enfermedad entre las mujeres. Diferentes estudios han demostrado un efecto de género, con un aumento en la mortalidad de EPOC entre las mujeres.
Causas del aumento de la EPOC en mujeres
Es probable que varios factores hayan contribuido a la creciente prevalencia de EPOC en las mujeres, incluido el aumento del consumo de tabaco entre ellas durante las últimas décadas, una mayor exposición a la contaminación del aire interior (tóxicos de la combustión incompleta de la biomasa de la cocina y la calefacción), susceptibilidad al tabaco, diferencias anatómicas y hormonales, así como diferencias de comportamiento en respuesta a las modalidades terapéuticas disponibles.
Además, tal y como se afirma en el estudio, el diagnóstico insuficiente o el diagnóstico erróneo se producen con mayor frecuencia en mujeres que en hombres. Entre los pacientes con criterios espirométricos de EPOC incluidos en el Estudio Epidemiológico de EPOC en España (EPI-SCAN), el diagnóstico insuficiente fue 1.27 veces más frecuente en mujeres que en hombres, con un odds ratio de diagnóstico correcto con EPOC de 1.9 para hombres versus mujeres.
La probabilidad de ser diagnosticado aumenta con la edad, con la intensidad del tabaquismo, con la gravedad de la enfermedad y el deterioro de la calidad de vida relacionada con la salud. Además, muchas mujeres desconocen los síntomas clave de la EPOC, lo que supone un obstáculo a la hora de informar de sus síntomas a su médico de Atención Primaria.
Del mismo modo, las mujeres tienen más probabilidades de sufrir una carga significativa por los síntomas de la EPOC que los hombres, y este efecto parece ser más pronunciado entre las mujeres más jóvenes. Estos hallazgos ilustran aspectos de la EPOC que justifican estudios adicionales, como fenotipar a los pacientes con EPOC, la perspectiva de género con respecto al fenómeno de salud pública de la EPOC y la necesidad de un diagnóstico precoz de la EPOC en los fumadores, particularmente en mujeres fumadoras, para prevenir las consecuencias tardías de la EPOC grave.
En este sentido, el estudio ESPIRALES encontró una mayor prevalencia de mujeres con EPOC que presentaban un fenotipo mixto EPOC-asma, mientras que en los hombres se apreciaron cifras significativamente más elevadas de fenotipo no agudizador o agudizador con bronquitis crónica.