Vivir con dolor
Vivir con dolor es una realidad para muchos españoles. El 93% ha sufrido algún tipo de dolor en los últimos 12 meses, tres puntos por encima de la media global (90%), según el Barómetro del Dolor, estudio promovido por Voltadol. La cosa se pone peor para un 34% que dice convivir a diario con él y un 29% que lo padece semanalmente.
El dolor corporal es el más común, por encima incluso del molesto dolor de cabeza. En esta categoría, el de espalda (95%) se lleva la palma, seguido del de lumbares (91%) y cervical (89%). A la hora de intentar paliar o disminuir el dolor, un 24% declara no hacer nada y simplemente esperar a que el dolor remita, mientras que un 47% afirma aplicarse un tratamiento en crema o gel.
El dolor afecta a la rutina y la vida en general de manera notable. Casi el 90% de los españoles confiesa que el dolor afecta a su bienestar general. Y lo hace en el plano social (75%), familiar (69%) y también en el amor (65%), afectando no sólo a sus vidas, sino también a los que les rodean (48%). Tiene todo el sentido, además, que el dolor afecte a una parte fundamental de nuestra calidad de vida como es el sueño (57%).
Otro análisis en torno al dolor es su impacto en la economía y en el ámbito laboral. De hecho, un 72% de los encuestados – más de 24.000 personas de 24 países diferentes – considera que afecta a su vida profesional; a un 85% le merma en la motivación y más del 80%, en la productividad.
El barómetro recoge que cada español faltó una media de siete días en 2017 al trabajo a causa del dolor, lo que supuso una pérdida de 11.129 millones a la economía nacional. Ellos faltan más que ellas al trabajo por culpa del dolor. A la hora de pedir consejo, el 88% de los españoles acude al médico y el 65% lo hace al farmacéutico.