La imagen y la genética por fin unidas contra el cáncer
La ‘imagenómica’ integra marcadores de ambas especialidades y permite realizar diagnósticos más precisos y precoces
Sofía Larrucea
Imagenómica. Este es el nombre con el que se ha acuñado el concepto de integrar la especialidad genética con la imagen. Lo que consigue en el campo de la oncología es tan alentador como revolucionario. No sólo permite a los especialistas realizar diagnósticos más precisos y precoces, sino que además posibilita predecir la respuesta que el paciente tendrá frente a un determinado tratamiento, e incluso conocer el riesgo individual que tiene cada individuo de sufrir uno en un futuro. Ambas especialidades, tan diferentes como complementarias. “La imagen gana mucho integrando aspectos de la genética. Gracias a esta fusión, podemos correlacionar los biomarcadores propios de la imagen con otros genéticos y podemos llegar a conclusiones a las que hasta ahora, sin la genética, no podíamos llegar”, afirma Jose Manuel Santabárbara, responsable de proyecto de investigación de laFundación Quaes, uno de los centros destacados en el campo de la investigación y que aboga por el bienestar del paciente. Es una organización desde donde, además, se fomenta el uso del nuevo concepto de imagenómica. Pero no el único. Grupos como Eresa o Sistemas Genómicos, además de un gran consorcio de empresas, como Vicomtech – IK4, centros, universidades y hospitales internacionales, han contribuido para llevar a cabo el primer proyecto piloto de una estructura tecnológica que incorpora de forma inherente el concepto de imagenómica. El proyecto, bautizado como Desiree, es una plataforma web que conecta los centros hospitalarios y donde se aúnan todas las disciplinas médicas necesarias para diagnosticar, tratar y seguir, por el momento, sólo a pacientes con cáncer de mama. “Si bien en nuestro país el cáncer de mama no es de los más mortíferos, sus datos de prevalencia lo convierten en uno de los más comunes en mujeres”, señala Rebeca Miñambres, responsable del departamento de proyectos de Sistemas Genómicos. Pero, añade, “se espera que esta tecnología se expanda a cualquier tipo de seguimiento clínico de cualquier enfermedad”.
El proyecto pretende agilizar la gestión de toda la información disponible de los casos, proporcionar una atención más personalizada y una visión más integral del paciente, obtener nuevas evidencias en base a las experiencias acumuladas y disponer de nuevas herramientas ágiles, intuitivas y visuales de apoyo a la decisión clínica. Para ello, dispone de un software de gestión donde todos los que forman parte de una unidad de mama pueden compartir información. “El objetivo es que el oncólogo tenga acceso a todos los datos de diferentes disciplinas como puede ser la genética, la cirugía, la anatomía patológica y la imagen, por ejemplo, y que el sistema esté preparado informáticamente para ayudar al facultativo en la toma de decisiones mediante la proposición de alternativas terapéuticas”, explica la especialista Rebeca Miñambres. Además, y lo más importante, apunta Jose Manuel Santabárbara, “es un sistema que se retroalimenta, pues aprende de los casos anteriores que se le han introducido, de manera que puede aconsejar qué perfiles de pacientes se pueden asemejar a cada caso, aportando información sobre el tratamiento que se había prescrito en cada situación”.