La Enfermedad Inflamatoria Intestinal, una enfermedad crónica que requiere de un abordaje multidisciplinar
Se trata de una dolencia que puede provocar, en la mayoría de las ocasiones, complicaciones extraintestinales
Sofía Larrucea
Aunque el origen sea intestinal, la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) también puede conllevar a complicaciones fuera del tubo digestivo. Y ello, remarcan los especialistas, puede suponer un inconveniente no sólo en la calidad de vida del paciente, sino también en su calidad asistencial. Afectaciones articulares, cutáneas, oculares o a nivel de las mucosas, por ejemplo, son algunos de los síntomas exstraintestinales que estos pacientes pueden padecer. Es por ello que son muchos los especialistas o asociaciones como GETECCU (Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa) los que insisten en la necesidad de atender a estos pacientes desde una perspectiva multidisciplinar. “La mayoría de los afectados necesita la atención de más de un especialista, pues se sabe que, por ejemplo, un tercio de los casos van a ser quirúrgicos y necesitarán, por tanto, la atención de un cirujano”, explica Pilar Nos, jefa de servicio del servicio de medicina digestiva del Hospital la Fe y vicepresidenta de la mencionada asociación GETECCU.
La EII afecta a más de 130.000 personas en España y cada año se diagnostican 2.000 nuevos casos. Se trata de un grupo de trastornos inflamatorios que engloba dos enfermedades principalmente: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Es una patología que, aunque puede aparecer a cualquier edad, suele manifestarse entre los 14 y los 30 años. Es de causa desconocida y provoca síntomas muy variados. De hecho, tal y como afirma Maribel Vera, médica adjunta del servicio de gastroenterología y de la unidad de la enfermedad inflamatoria intestinal del Hospital Puerta de Hierro, los primeros síntomas pueden no ser intestinales, lo que dificulta que el paciente reciba un diagnóstico precoz. Cuando en realidad, añade, “cuanto más precoz se confirme la enfermedad, antes podrá tratarse y se evitan las complicaciones que surgen a largo plazo”. En este sentido, las unidades monográficas que se están implantando cada vez más en los centros hospitalarios de nuestro país cobran mayor sentido que nunca. Se trata de unidades en las que no sólo participan los gastroenterólogos, sino que también colaboran otros especialistas involucrados como reumatólogos, pediatras, ginecólogos, oftalmólogos o cirujanos, entre otros. Además, estas unidades incluyen la aplicación de mejoras en la gestión de procesos a través de protocolos o guías de actuación clínica, y una relación más cercana con el paciente. Aportan, en este sentido, una mayor formación y control sobre la enfermedad e implican al paciente en la toma de decisiones.