Proyecto del Exoma del Cáncer Familiar
JAVIER BENÍTEZ. Aunque la mayoría de los cánceres son de tipo esporádico hay un pequeño porcentaje, entre un 5-10%, que son hereditarios. Esto es debido a que la mutación constitucional de un único gen es suficiente para que una persona desarrolle un determinado tipo de cáncer y transmita ese gen mutado a la siguiente generación, al igual que sucede con cualquier otra enfermedad genética. Hay al menos 200 síndromes de cáncer familiar (cáncer de mama y de ovario, de colon, de tiroides, etc.) y de síndromes de susceptibilidad al cáncer (anemia de Fanconi, ataxia telangiectasia, carcinoide gástrico, etc.) que tienen estas características.
En algunos casos es posible realizar el estudio genético porque conocemos el gen responsable de esa predisposición al cáncer y saber quién es quién dentro de una familia. Los genes BRCA1 y BRCA2 son un buen ejemplo ya que una mutación en cualquiera de los dos incrementa hasta en un 70% la probabilidad de que una mujer desarrolle un cáncer de mama a lo largo de su vida.
Sin embargo, en muchas otras patologías o bien no se conoce el gen o éste (o éstos) sólo explican un porcentaje de estas familias (BRCA1/2 sólo explican el 20%). Quiere decir que en estos casos hay un porcentaje de familias de las que no conocemos sus bases genéticas de susceptibilidad al cáncer. Por ello es necesario seguir buscando nuevos genes que o bien expliquen aquellos síndromes de los que no conocemos nada, o bien encontrar nuevos genes que ayuden a completar ese porcentaje de familias que actualmente no se pueden diagnosticar.
Con este objetivo el grupo de Genética Humana del CNIO inició hace tres años el Proyecto del Exoma del Cáncer Familiar que consiste en aplicar las nuevas técnicas de secuenciación masiva del exoma (la región codificante de nuestro genoma) a familias con cánceres poco frecuentes y sin gen conocido o familias con cánceres comunes pero que no presentan mutación en genes conocidos. Este proyecto quiere contribuir a descifrar las bases genéticas del cáncer hereditario para poder establecer medidas preventivas en las personas a riesgo cuando sea necesario y posible, incrementar nuestro conocimiento de la genética del cáncer, y finalmente identificar lo que pueden llegar a ser futuras dianas terapeúticas para aplicar un tratamiento dirigido.
Este proyecto largo y ambicioso que está dando ya sus frutos, no es posible sin una financiación adecuada, sin colaboraciones científicas complementarias, sin una infraestructura técnica y bioinformática ad hoc y sin la participación activa de las familias y de los clínicos. El Ciber de Enfermedades Raras (CIBERER) y el Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS) contribuyen a esta financiación. Sistemas Genómicos como empresa privada colabora en la aplicación de las nuevas tecnologías de secuenciación masiva y en el apoyo bioinformático, mientras que su Fundación facilita la participación de las asociaciones de pacientes. La consulta de cáncer familiar coordina la actividad y contacto con los clínicos y finalmente diferentes grupos y unidades del CNIO y de otros centros complementan con sus estudios funcionales el largo camino que va desde el descubrimiento de un gen hasta su aplicación en la clínica.
JAVIER BENÍTEZ es Dtor. del Programa de Genética del Cáncer Humano CNIO