La malnutrición afecta a cerca de un 50% de los pacientes hospitalizados
OMS/Europa ha abordado, recientemente, el riesgo que representa la malnutrición en pacientes hospitalizados, especialmente, con los grupos vulnerables, incluidos los adultos mayores y las personas con enfermedades no transmisibles como el cáncer o la diabetes. Asimismo, destaca la relación coste-eficacia de la atención nutricional, entendiendo que la mejora de los resultados para los pacientes conlleva una reducción de los costes sanitarios a largo plazo.
La malnutrición asociada a enfermedades puede ser causada por casi cualquier patología aguda o crónica, incluidas las enfermedades no transmisibles (ENT). Actualmente, dicho trastorno puede afectar a cerca del 50% de los pacientes hospitalizados, según datos de OMS/Europa, desde donde se alerta del riesgo que se corre, especialmente, con los grupos vulnerables, incluidos los adultos mayores y las personas con ENT como el cáncer o la diabetes. De ahí que, desde dicho organismo se insta a los países a abordar esta afección oculta.
En concreto, según la OMS, en la Región Europea, aproximadamente el 40% de los pacientes hospitalizados pierden peso de forma no intencionada, y la mitad no come bien y corre el riesgo de sufrir desnutrición. Sin embargo, según subraya, “la mitad de estos pacientes no reciben atención nutricional, y solo un tercio de los pacientes que no pueden comer debido a su enfermedad reciben suplementos nutricionales orales o nutrición artificial”.
Bajo este escenario, expertos de la OMS/Europa participaron en la sesión conjunta sobre “envejecimiento y desnutrición relacionada con las enfermedades” en el Congreso de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN) celebrado, recientemente, en Milán (Italia).
Durante la sesión, profesionales de la salud, investigadores y tomadores de decisiones de toda la Región pudieron discutir cómo evaluar la desnutrición relacionada con las enfermedades a nivel de atención de salud y tomar medidas efectivas para abordar el problema a largo plazo.
“Mientras los países de la Región se esfuerzan por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y otros compromisos globales, no debemos pasar por alto el desafío de la malnutrición relacionada con las enfermedades”, destacó el asesor regional de la OMS/Europa sobre Nutrición, Actividad Física y Obesidad, Dr. Kremlin Wickramasinghe, “Para las personas que viven con ENT y los profesionales de la salud que las tratan, esta situación puede representar un desafío importante. El descuido en torno a esta cuestión la hace aún más apremiante, especialmente para los grupos de personas vulnerables”, agregó.
Efectos de la malnutrición
La desnutrición se suma a esta carga de ENT de varias maneras y en cualquier entorno, incluidos todos los niveles de atención de salud: perjudica el crecimiento y el desarrollo infantil, aumentando el riesgo de desarrollar ENT más adelante en la vida; aumenta el riesgo de enfermedades y sus complicaciones agudas en adultos, además de una recuperación más lenta, una mala calidad de vida y, en última instancia, tasas de mortalidad más elevadas, en los pacientes que la sufren.
Al respecto, el Dr. Wickramasinghe considera, además, que “las Facultades de medicina y los profesionales de la salud necesitan una mejor formación en materia de atención nutricional. Al mismo tiempo, los gobiernos deben reconocer la importancia de la atención nutricional e integrarla en los ámbitos de atención primaria, ambulatoria y hospitalaria”.
Cuatro pasos fundamentales
En la nueva hoja informativa de la OMS/Europa sobre este tema se establecen cuatro pasos fundamentales:
1-Detección: la identificación temprana del riesgo de desnutrición es fundamental. Cualquier profesional de la salud puede utilizar herramientas estandarizadas.
2-Diagnóstico y evaluación: una evaluación detallada determina la causa y la gravedad de la malnutrición.
3-Tratamiento personalizado: puede incluir ajustes dietéticos, suplementos orales o incluso alimentación por sonda, dependiendo de las necesidades del paciente.
4-Seguimiento y evaluación: el seguimiento regular asegura el progreso y permite realizar ajustes en el plan de tratamiento.
Asimismo, se destaca la relación coste-eficacia de la atención nutricional, entendiendo que la mejora de los resultados para los pacientes conlleva una reducción de los costes sanitarios a largo plazo. La publicación también ofrece recursos, incluidos los criterios para diagnosticar la desnutrición. Rv. Ana Mera, farmacéutica. Barcelona