Fedefarma se incorpora al proyecto “Barcelona, ciudad cardioprotegida”

desfibrilador-farmacia-centro-barcelonaFinanciará la adquisición de 50 desfibriladores con el fin de salvar la vida de personas que sufren episodios cardíacos sobrevenidos

SILVIA FIDALGO

Fedefarma se ha incorporado al proyecto ‘Barcelona, ciudad cardioprotegida’, impulsado por la Asociación Barcelona Salud junto a la Asociación de Farmacias de Barcelona y aportará la financiación necesaria para la adquisición de 50 nuevos desfibriladores portátiles automáticos que se instalarán en otras tantas farmacias de la ciudad.

La iniciativa, cuenta con el apoyo de Gobierno de España, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, así como la colaboración del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona y la Fundación Brugada, tiene como objetivo convertir la capital catalana en la primera ciudad del mundo cardioprotegida, mediante la instalación de estos dispositivos en lugares públicos, con el fin de salvar la vida de personas que sufren episodios cardíacos sobrevenidos. El programa tiene la consideración de proyecto científico avalado por el Hospital Clínic de Barcelona y arrancó en el año 2014 en las farmacias de Barcelona, a las que se añadieron la red de metro (TMB), algunos mercados municipales y dependencias policiales. Un centenar de farmacias disponen de desfibriladores y también se ha llevado a cabo en Reus y Cervera. También está prevista la implantación del proyecto en otras regiones de España.

Con este proyecto se trata de aprovechar la proximidad y accesibilidad de las farmacias para poner al alcance de las personas que sufren una muerte súbita un desfibrilador y conseguir salvar su vida. Este es el motivo por el que el lema elegido ha sido “La farmacia, el corazón del barrio”. La muerte súbita puede darse a cualquier edad, y el tiempo para actuar y salvar la vida del paciente se reduce un 10% con cada minuto que pasa. Es decir, que se disponen sólo de 10 minutos para salvar la vida de la persona, de aquí que sea imprescindible contar con un desfibrilador lo más cercano posible. Los desfibriladores pueden salvar vidas en los lugares públicos concurridos, como ocurrió el pasado mes de enero en el campo municipal de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) en que un desfibrilador automático fue determinante para salvar la vida de un joven de 16 años que perdió el conocimiento durante un partido de fútbol amistoso. Cabe recordar también que la Asociación Barcelona Salud colabora en el proyecto Batecs per Jarque, que tiene como objetivo principal cardioproteger los campos no profesionales de Cataluna con la instalación de desfibriladores con la colaboración de la Federación Catalana de Fútbol.

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