El reloj biológico es clave para la salud y el cuidado de la piel

La radiación UV, la contaminación, el estrés, la alimentación y el estilo de vida afectan al ritmo circadiano de la piel.

El ritmo circadiano o reloj biológico es el ciclo de 24 horas que regula muchas funciones vitales del cuerpo humano, adaptándolo a los cambios de luz y oscuridad a lo largo del día. Este reloj biológico, presente en todas las células y órganos, permite que el cuerpo optimice sus funciones, desde el metabolismo hasta la regeneración celular, en momentos específicos. La sincronización adecuada de este ciclo es esencial para la salud y el bienestar, y su desajuste se ha relacionado con problemas de salud, incluyendo alteraciones del sueño, problemas metabólicos y enfermedades del corazón.

La piel, el órgano más extenso del cuerpo, también sigue un ritmo circadiano, y su funcionamiento varía a lo largo del día. Durante la noche, la piel se enfoca en procesos de reparación y regeneración, aprovechando el momento en que la exposición a factores estresantes como la radiación ultravioleta del sol es menor. Al amanecer, se preparan mecanismos de protección, como el aumento de la producción de antioxidantes y el fortalecimiento de la barrera cutánea. Estos procesos permiten que la piel responda eficazmente a los cambios ambientales.

La International School of Derma impulsada por ISDIN está investigando la relación entre ritmo circadiano, exposoma y la salud de la piel. El concepto de exposoma abarca los factores externos a los que estamos expuestos a lo largo de la vida. De momento se sabe que algunos de ellos, como la luz solar, el ejercicio físico, la temperatura y la ingesta de alimentos (hora en la que se come) afectan al ritmo circadiano de la piel. Uno de los factores del exposoma individual es la falta de sueño, en este sentido también está relacionado. Estos factores afectan el ritmo circadiano de la piel, alterando su capacidad de regeneración y acelerando el envejecimiento y la aparición de enfermedades cutáneas como la dermatitis atópica, la psoriasis y la alopecia. El estudio del exposoma y el ritmo circadiano de la piel está avanzando rápidamente, abriendo nuevas vías para tratamientos innovadores.

Medicina circadiana

El ritmo circadiano influye prácticamente en todas las áreas de nuestro cuerpo y su funcionamiento. Esto ha motivado a los científicos a investigar cómo podrían ajustar el reloj circadiano usando medicamentos específicos, conocidos como moduladores del reloj. De hecho, en los últimos años, se han descubierto varias sustancias que afectan a componentes específicos de este reloj, y en estudios con animales ya se han visto resultados prometedores en enfermedades metabólicas. Por ejemplo, nuestro reloj interno controla ciertos genes, como el gen XPA, que ayuda a reparar el daño causado por el sol en la piel. Esto significa que podríamos, en teoría, usar medicamentos que activan el reloj circadiano de la piel en los momentos en que estamos más expuestos al sol, ayudando a reducir el enrojecimiento y el riesgo de daño en el ADN.

Otro enfoque consiste en administrar cremas, medicamentos o terapias de luz en momentos específicos del día lo que podría permitir una mejor absorción y un aprovechamiento más efectivo de los mecanismos naturales de reparación y protección de la piel.

En resumen, podemos afirmar que la medicina circadiana emplea tres enfoques principales: realizar ajustes en el estilo de vida para mantener el reloj interno en sintonía, utilizar medicamentos que actúan directamente sobre el reloj a nivel celular y administrar fármacos en momentos específicos del día para mejorar sus efectos y reducir posibles efectos secundarios, lo que se conoce como cronoterapia. Laura Clavijo

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