La fusión de imágenes permite reducir el número de biopsias en cáncer de próstata
Este avance solapa informáticamente las imágenes de la RM sobre una ecografía transrectal a tiempo real
Sofía Larrucea
La biopsia sigue siendo la prueba por excelencia que permite determinar la existencia o no de un tumor. Así como obtener muestra de tejido de otras partes del cuerpo puede resultar una tarea “fácil”, en la próstata no lo es tanto. Además de la incomodidad que puede conllevar dicha prueba, se estima que el 40% de las biopsias que se realizan en pacientes con sospecha clínica de tumor, no son diagnósticas. El motivo de dicha imprecisión es debido, entre otros aspectos, a que hasta ahora no se contaba con ninguna técnica eficiente y suficientemente disponible que permitiera realizar la biopsia de manera guiada y, por lo tanto, de manera precisa. Y es que si bien podía utilizarse la Resonancia Magnética (RM), su practicidad quedaba en duda. “La realización de biopsias de próstata dirigidas por RM es poco práctico y muy costoso”, afirma Josep Segarra, jefe de servicio de urología del Hospital Universitario Joan XXIII, en Tarragona. Problema al que la ciencia ya ha respondido. Gracias a la fusión de imágenes de RM y ecografía, el especialista ya puede realizar la biopsia de manera guiada y, por tanto, de manera mucho más precisa.
Hasta ahora, dichas imágenes eran utilizadas por separado, pero ambas presentaban limitaciones. Mientras que la RM multiparamétrica resultaba útil para visualizar las zonas de la próstata sospechosas de tumor con relevancia clínica, no era práctico como sistema de guiado para biopsiar. Y, en el caso de la ecografía, mientras que permitía biopsiar el órgano, no era capaz de ofrecer imágenes específicas de tumor. “Ahora la imagen que obtenemos a través de la fusión aporta mucha más información que la RM y la ecografía por separado”, indica el especialista Josep Segarra. Efectivamente, este avance permite solapar y fusionar informáticamente las imágenes sospechosas que se han identificado previamente en la RM sobre una ecografía transrectal a tiempo real. De esta manera, mediante cálculos informáticos, se genera una imagen tridimensional de la lesión sospechosa de la próstata y, gracias al uso del ecógrafo, permite al especialista navegar por dicha imagen. “Gracias a la fusión de imágenes, hemos pasado de hacer una biopsia estandarizada a una dirigida y precisa”, apunta el urólogo. Aspecto que, como era de esperar, ha comportado numerosas ventajas. Entre otras, el número de biopsias que se le debe hacer al afectado se ha reducido y con ello, sus posibles complicaciones asociadas también. Aunque son poco frecuentes, pueden producirse. Concretamente, se calcula que pueden aparecer en un 5-10% de los casos. La prostatitis es la más común, seguida por el sangrado. Tal y como explica Josep Segarra, este avance beneficia sobre todo a aquellos pacientes que, tras pasar por una biopsia negativa, siguen presentando niveles de Antígeno Prostático Específico (PSA, en inglés) alto y, por tanto, necesitan someterse a otras sucesivas.