Los cuidados de la salud deben extremarse con la llegada del otoño
Las enfermedades respiratorias e intestinales suelen aparecer en esta época del año
Un año más llega el otoño y con él, las enfermedades típicas de esta época del año. Además de la típica astenia otoñal, provocada por el cambio de temperatura y la disminución de las horas de luz, que suele traducirse en apatía, desazón, insomnio e incluso tristeza, encontramos, sobre todo, enfermedades respiratorias.
Resfriados comunes, gripes, neumonías y faringitis son las más habituales, aunque también se trata de una estación complicada para los asmáticos y los alérgicos. En otoño también aumentan las enfermedades pulmonares y de bronquios. Además, hay que sumarle una proliferación de enfermedades gastrointestinales, ya que las temperaturas más bajas, el viento y la humedad permiten a los parásitos propagarse de forma más rápida. Los problemas dermatológicos como la dermatitis también pueden sucederse.
Para evitar todos estos problemas, o al menos alguno de ellos, es recomendable evitar los cambios bruscos de temperatura y las corrientes, y abrigarnos correctamente para evitar resfriados. En cuanto a la gripe, se recomienda siempre ponerse la vacuna, especialmente si se trata de personas que forman parte de grupos de riesgo, como niños y personas mayores de 60 años. Siempre hay que mantener unos hábitos higiénicos, como lavarse las manos frecuentemente, para evitar la propagación de bacterias.
Por otra parte, para contribuir a la mejora de nuestro estado anímico, acusado por la bajada de producción de la serotonina debida a la disminución de la luz natural, es importante que hagamos deporte y que reforcemos nuestras defensas con una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras que nos aporte las vitaminas y los minerales suficientes.