La gran importancia de la alimentación para los pacientes de Hemodiálisis
El seguimiento de una dieta personalizada es básico para no sufrir complicaciones
Silvia Fidalgo
El riñón es un órgano que no solo funciona como eliminador de residuos, sino que también juega un papel importante en el sistema endocrino. “La ERC afecta a la situación metabólica nutricional de los pacientes, que muy frecuentemente sufren malnutrición calórico-proteica, tanto por exceso como por defecto de ciertos nutrientes, incrementando así la mortalidad, el número de ingresos hospitalarios y las patologías asociadas”, indica Domingo del Castillo, director médico del proveedor de terapia renal Diaverum. Por ello, el control de ciertos minerales como el sodio, potasio y fósforo, que encontramos en algunos alimentos, es esencial en este tipo de pacientes. “Si entre las sesiones de hemodiálisis no mantienen una ingesta de líquidos adecuada, pueden tener una sobrecarga de volumen, y esto puede producir problemas cardiovasculares, llegando a poner en riesgo su vida”, indica este especialista.
¿Qué provoca la enfermedad renal crónica?
La enfermedad renal crónica (ERC) afecta a cuatro millones de personas en nuestro país. De ellas, más de 50.000 están en tratamiento renal sustitutivo, bien mediante diálisis o con un trasplante de riñón. En la última etapa de la ERC, conocida como enfermedad renal terminal, los riñones pierden entre 90% y el 95% de su capacidad de filtrado y, en un elevado porcentaje, los pacientes no tienen diuresis, es decir, dejan de segregar orina. El resultado es la acumulación de productos de desecho, agua y otras sustancias que podrían ser peligrosas si permanecen en la sangre, por lo que, llegado este punto, necesitan seguir un tratamiento de diálisis para eliminarlas. La hemodiálisis es una de las técnicas usadas para ello y consiste en la utilización de una máquina que hace de “riñón artificial” y purifica la sangre varias veces a la semana.
Las personas que padecen ERC deben ser valoradas por un equipo multidisciplinar, formado por nefrólogos, psicólogos, asistentes sociales, nutricionistas y otros profesionales que, además de hacer un correcto seguimiento de la enfermedad, pautarán una dieta personalizada dentro de las posibilidades y casuísticas de cada individuo. No olvidemos que casi un 30% de los pacientes en las unidades de diálisis es diabético y ha sufrido fallo renal como consecuencia de esta enfermedad. “Estos pacientes necesitan un consejo nutricional adicional, a parte del tratamiento que se establezca para el tipo de diabetes que tengan. En este caso, su dieta es más compleja porque hay ciertos productos que no se les puede administrar”, señala Bernat de la Torre, director médico de los centros de diálisis Palau y Rotellar de Diaverum.
Los pacientes de ERC no suelen seguir una dieta adecuada
La adherencia a las dietas sigue estando lejos de lo deseado, ya que, como indica este experto, “se trata de pacientes complejos, que por lo general son mayores de 50 años y están constantemente en un entorno sanitario, bien por el tratamiento o por las patologías que padecen, y además de las restricciones alimentarias deben tomar multitud de fármacos diariamente”. Por ello, la concienciación de la importancia que tiene la alimentación en la ERC es básica, y la información que se le da al paciente es cada vez mayor, desde el momento en que se le detecta la enfermedad hasta que entra en diálisis y empieza con el tratamiento.