Amplificar nuestras defensas
Por Antoni Trilla, epidemiólogo.
Necesitamos un esfuerzo más: sabemos como hacerlo y debemos hacerlo.
Hace varias semanas no disponíamos de datos suficientes para confirmar si, cuándo y para quiénes, sería necesaria una tercera dosis de vacuna. Hay que considerar la duración de la inmunidad (aspecto más complejo que medir los anticuerpos) y la situación epidemiológica, especialmente la circulación de nuevas variantes del coronavirus. La situación hoy ha dado un giro, que aún no podemos valorar en toda su extensión y repercusiones, debido al aumento importante de casos, tanto por la variante delta como por la más que probable circulación mayor y creciente de la variante ómicron. Hay datos que indican que la ómicron, variante muy transmisible, puede infectar con más facilidad a personas previamente inmunes, tanto por haber superado la infección como por haber sido vacunadas.
Hay muchos datos, tanto de laboratorio como epidemiológicos, que dan credibilidad y solidez a una afirmación fundamental: las vacunas nos siguen protegiendo frente a las formas graves de enfermedad. Es nuestra prueba del algodón: la frecuencia y tipo de casos de enfermedad que observamos entre las personas vacunadas. Frente a ómicron, y debido también al descenso de los anticuerpos con el tiempo transcurrido, todo indica la necesidad y conveniencia de administrar lo antes posible la dosis de recuerdo o refuerzo, la dosis que amplifica (booster) nuestra inmunidad: la tercera dosis.
En varias comunidades españolas, Catalunya por ejemplo, se ha administrado tres días antes de Navidad ya esta tercera dosis al 94% de las personas en residencias, al 82% de las personas de 70 años o más y al 56% en las de 60 a 69 años. El personal sanitario la está recibiendo ahora. La mayoría de personas vacunadas que ingresan hoy en nuestros hospitales y ucis tienen 60 años o más. Es prioritario administrar a este grupo la tercera dosis, la que hará que los anticuerpos aumenten de forma importante y suficiente para conseguir un mayor nivel de protección frente a delta y ómicron. En breve podrán recibir la tercera dosis todos aquellos que recibieron la pauta completa con AstraZeneca hace más de tres meses y los vacunados con una dosis de Janssen. Y en cuanto podamos, todos los vacunados de entre 50 y 59 años y luego los de entre 40 y 49. Y seguimos vacunando a los que inician la pauta y a los que precisan completar la pauta inicial. Un enorme esfuerzo y una gran responsabilidad de todos, tanto ciudadanos como profesionales sanitarios.
La situación epidemiológica se complica. Hay incertidumbre y varios escenarios posibles. Todos ellos mejoran si el nivel de vacunación de la población con tercera dosis es elevado, especialmente entre los grupos de más riesgo. Estos escenarios también mejoran significativamente si cada uno de nosotros, desde nuestra responsabilidad individual y colectiva, hacemos todo lo posible para evitar el contagio o logramos que éste sea menos probable y extenso. Necesitamos un esfuerzo más: sabemos como hacerlo y debemos hacerlo. Todos y cada uno de nosotros.