El ejercicio aumenta en ocho veces la supervivencia en pacientes covid
Las personas que mantienen una actividad física regular tienen más probabilidades de sobrevivir a la covid-19 que aquellas que son sedentarias. El ejercicio físico se ha demostrado como un factor preventivo en múltiples enfermedades.
La covid-19 es otra enfermedad que puede prevenirse con el ejercicio físico, según se desprende de un nuevo estudio que ha visto una peor supervivencia por esta enfermedad entre las personas sedentarias.
Un equipo de cardiólogos del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos ha estudiado a pacientes hospitalizados por covid-19 para concluir que mantener una actividad física regular aumenta hasta en ocho veces las posibilidades de supervivencia en estos pacientes respecto de aquellos que llevan una vida sedentaria.
La investigación ha sido publicada en la revista científica americana de enfermedades infecciosas, Infectious Diseases and Therapy.
El trabajo se ha llevado a cabo en 520 pacientes, de entre 18 y 70 años de edad, hospitalizados con diagnóstico confirmado de covid-19 en este hospital durante la primera ola de la pandemia, entre el 15 de febrero y el 15 de abril de 2020.
A los pacientes, o a sus familiares más allegados, se les realizó una encuesta telefónica para evaluar el estado de su condición física conforme a la escala RAPA (Rapid Assessment of Physical Activity Scale) de la Universidad de Washington, que mide la intensidad aeróbica del ejercicio físico, así como la fortaleza muscular y la flexibilidad entre otros parámetros.
Los pacientes fueron divididos en dos grupos: el de personas que llevaba una vida sedentaria (57,1%) y el de personas que realizaba ejercicio de manera regular dos días a la semana con una duración de al menos treinta minutos cada día (42,9%). El objetivo del estudio consistió en analizar retrospectivamente la influencia que el nivel de actividad física podría tener en la evolución de la enfermedad durante la infección por covid-19.
13,8% de mortalidad frente a 1,8%
Los resultados del estudio fueron concluyentes: el grupo que mantenía una actividad física constante, ligera o moderada, presentaba un riesgo de mortalidad del 1,8% frente al 13,8% del grupo con un estilo de vida sedentario; es decir, que las personas que hacen ejercicio regularmente tienen hasta ocho veces más probabilidades de supervivencia que las sedentarias.
Hasta ahora “era conocido que mantener una actividad física de manera regular mejora los factores habituales de riesgo cardiovascular, pero ahora hemos podido comprobar en pacientes hospitalizados con covid-19 la trascendental influencia de la práctica de ejercicio físico en la supervivencia o mortalidad de estos pacientes”, afirma el cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos, y primer firmante del artículo, Ricardo Salgado.
Se viene recomendando “controlar los factores de riesgo y realizar ejercicio físico, pero sin mucha evidencia científica; sin embargo, a partir de ahora realizar ejercicio físico de forma regular se convierte en un factor primordial ya que reduce ocho veces la posibilidad de fallecer por covid-19 cuando la persona precisa ingreso hospitalario”, advierte el director del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos, Julián Pérez-Villacastín.
De los principales hallazgos de esta investigación destaca que entre el grupo de las personas con un estilo de vida sedentario, comparado con el grupo más activo, había un mayor porcentaje de fumadores (6,7% por 3,6%) y de obesos (23,6% por 16,1%) respectivamente. También se observó en las personas sedentarias una mayor tasa de insuficiencia respiratoria (53,9% por 35,9%), mayor insuficiencia renal (14,5% frente a 6,3%), de síndrome de respuesta inflamatoria y mayor estancia hospitalaria.
“Cuando se realizó un estudio estadístico para reconocer los factores realmente independientes se apreció que tanto una edad avanzada como el consumo de tabaco y la insuficiencia renal eran factores de riesgo independientes de mortalidad, como ya se había visto en estudios anteriores; pero, lo que realmente fue sorprendente y novedoso fue observar cómo el sedentarismo aparecía como un factor predictor independiente de mortalidad”, explica Salgado. DM