Cómo prevenir la infección de orina
La infección de orina afecta más a las mujeres que a los hombres por causas anatómicas. A diferencia de ellos, ellas tienen la uretra muy corta, lo que facilita la contaminación y el paso de las bacterias hacia la vejiga
La cistitis postcoital representa apenas un 4% del total de las infecciones, pero sí un 60% de las recurrencias
Redacción
Se calcula que entre el 50 y el 60% de las mujeres adultas tendrá al menos un episodio de infección del tracto urinario en su vida. Se trata de una de las complicaciones bacterianas más comunes, sólo por detrás de las del tracto respiratorio. La Escherichia coli, causante del 90% de las cistitis, es un microorganismo que coloniza la mucosa periuretral hasta la vejiga a través de la uretra. Si no puede eliminarse por los mecanismos fisiológicos (principalmente la orina) acaba adhiriéndose al uroepitelio, provocando la infección y sus síntomas característicos. Se produce sobre todo en mujeres por una causa anatómica.
La uretra de la mujer es muy corta, mide entre dos y tres centímetros, lo que facilita la contaminación y el paso de las bacterias procedentes de la zona perianal hacia la uretra y vejiga. La orina, que se forma en los riñones, desciende por los uréteres hasta la vejiga para ser expulsada por la uretra. En condiciones normales no contiene bacterias, pero en ocasiones pueden introducirse en la vejiga y acabar provocando una infección. Escozor al orinar, poliaquiuria, dolor en la parte inferior del abdomen o sensación de no haber terminado de miccionar son algunos de los síntomas más frecuentes. Existen dos picos importantes de cistitis: tras las primeras relaciones sexuales y en la menopausia. Además, en el embarazo también son más frecuentes. La cistitis postcoital representa apenas un 4% del total de las infecciones, pero sí un 60% de las recurrencias. Y es que según un estudio publicado en Pathogens and global health, el microorganismo Escherichia coli es capaz de formar unas microcolonias dentro de la vejiga urinaria, aspecto que lo hace más resistente al tratamiento con antibióticos. Además de poder reproducirse a gran velocidad, se trata de un microorganismo que es capaz de adherirse a la superficie de la mucosa de las vías urinarias. Es por ello que remedios naturales como el consumo de arándano rojo cada vez son más conocidos.
Mecanismo de acción del arándano rojo
Gracias a las proantocianidinas tipo A que contiene, este extracto natural impide que las bacterias, sobre todo la E.coli, se adhieran a las paredes del tracto urinario hasta en un 80% de los casos, según el Centro de Información de la Cistitis. Se recomienda tomar el arándano rojo cada noche y tras las relaciones sexuales, además del tratamiento con antibiótico. Junto al extracto de este fruto americano, beber abundante líquido, orinar con frecuencia, evitar el frío y la humedad en la zona vaginal, tratar el estreñimiento y orinar antes y después del coito ayuda a prevenir la aparición de la cistitis.