IGRT, el último avance en radioterapia oncológica
Una nueva tecnología permite ver la zona a tratar en 3 y 4D y logra aumentar la eficacia biológica del tratamiento
S.L. BARCELONA. Calidad de imagen, precisión, menor toxicidad y mayor control del tumor son algunas de las ventajas que ofrece la radioterapia guiada por la imagen (IGRT). “Los beneficios han sido abismales: la IGRT ha marcado un antes y un después en el tratamiento radioterápico”, afirma Amalia Palacios, especialista en oncología radioterápica y directora de la unidad de gestión de oncología radioterápica del hospital Reina Sofía de Córdoba. La IGRT permite llevar a cabo la radioterapia estereotáxica de cuerpo (SRBT). Se trata de una técnica de alta precisión e hipofraccionada. “En pocas fracciones (no más de cinco), estamos haciendo lo que antes se realizaba en 25-35”, señala la especialista Palacios. Lo que ha supuesto, en este sentido, una clara mejora de la eficacia biológica de los tratamientos y un mejor control local de los tumores.
Gracias a la tecnología 3 y 4D, la localización del cáncer puede observarse de manera exacta en todo momento. Además, la técnica es muy precisa. Antes de administrar la dosis de radiación al paciente, se hace una captura de la anatomía- como una Tomografía Axial Computarizada (TAC), por ejemplo- y se compara informáticamente con el TAC realizado en el momento del diseño del tratamiento. De este modo, la aplicación informática detecta las posibles diferencias (en milímetros) del posicionamiento de cada estructura, y es la unidad de radiación la que reposiciona automáticamente la mesa del paciente para que haya una coincidencia perfecta. “El margen de error es mínimo, porque aunque depende tanto de la mesa como del aparataje, éste no supera los 3mm”, señala la radioncóloga Amalia Palacios. Ha sido justamente esta precisión la que ha permitido disminuir el margen de seguridad y, por lo tanto, dañar menos tejidos sanos.
Asimismo, y gracias a la SRBT, no sólo se reduce la toxicidad, sino que además la dosis puede administrarse de manera mucho más concentrada, lo que permite que la eficacia biológica del tratamiento mejore. Aspecto que ha mejorado los resultados de supervivencia de algunos tumores no metastásicos y que ha ayudado a ampliar el abanico de tumores candidatos a tratar con radioterapia. “Aunque actualmente el uso de la IGRT se limita a los casos que no pueden ser sometidos a intervención quirúrgica probablemente en un futuro, seremos la alternativa a la cirugía”, afirma Amalia Palacios.
Realidad que, no obstante, ya se va asomando. Y es que ya existen ensayos que demuestran que en el cáncer de pulmón no microcítico y en estadios precoces, la SRBT ofrece los mismos resultados de control local y supervivencia que la operación quirúrgica.