Verano y ojo seco

La prevalencia del ojo seco ha experimentado un notable aumento significativo, afectando a un 11% en España.

El verano trae consigo una serie de desafíos para la salud ocular y, entre ellos, el ojo seco se destaca como una preocupación común. Las altas temperaturas, el aire acondicionado y la exposición al sol pueden desencadenar un aumento en la evaporación de la lágrima, exacerbando los síntomas del ojo seco.

La sequedad ocular se produce cuando la superficie del ojo no se encuentra correctamente protegida por la lágrima, debido a un déficit en la cantidad o calidad de la película lagrimal. La lágrima es fundamental porque permite una correcta lubricación de los ojos, los mantiene hidratados y protegidos, nutre la córnea y favorece la eliminación de partículas extrañas que puedan entrar en el ojo.

La prevalencia del ojo seco ha experimentado un aumento significativo, afectando a un 11% de la población en España, especialmente a partir de los 40 años o más. Se estima que un 30% de los casos son producidos por causas desconocidas y más de la mitad de las personas que lo padecen no han sido aún diagnosticadas. Respecto al tratamiento de esta patología, solo algunos de los pacientes que la padecen reciben terapia para paliar los síntomas y mejorar su calidad de vida.

Los síntomas del ojo seco pueden manifestarse como irritación, escozor, enrojecimiento y sensación de cuerpo extraño en los ojos. Para aliviar estos síntomas y poder mejorar la calidad de vida, puede ser fundamental el uso regular de lágrimas artificiales bajo consejo de un profesional. Estas soluciones oftálmicas están diseñadas para poder proporcionar una lubricación adecuada a la superficie ocular, ayudando a mantener los ojos hidratados.

Es importante destacar que existen varios tipos de lágrimas artificiales, cada una con sus propias características y beneficios. Algunas pueden estar formuladas para proporcionar un alivio inmediato y duradero, mientras que otras pueden estar diseñadas específicamente para restaurar y mantener la película lagrimal en casos de sequedad severa.

Si experimentas molestias persistentes o síntomas de ojo seco, es fundamental consultar a un oftalmólogo para que pueda evaluar tus síntomas, determinar la causa subyacente y recomendar el tipo de lágrimas artificiales más adecuado para tus necesidades individuales. Además, los controles oftalmológicos regulares son fundamentales para monitorear la salud ocular y detectar cualquier problema a tiempo. J. M. Benítez del Castillo. Catedrático de Oftalmología

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