Los pacientes mayores con disfagia orofaríngea tienen un riesgo 2,72 veces mayor de desnutrición y deshidratación

La disfagia orofaríngea (DO) es un síntoma clínico que afecta la fase de deglución oral y faríngea, y puede dar lugar a complicaciones graves como aspiración, desnutrición y neumonía. Frecuentemente infradiagnosticada y no percibida por los propios pacientes, esta alteración de la deglución se reconoce hoy como un síndrome geriátrico con prevalencia creciente, asociado a múltiples comorbilidades, con un impacto directo en la supervivencia y la calidad de vida.

 El reciente Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral (Senpe) un simposio centrado en la isfagia orofaríngea (DO). Durante el encuentro, los expertos alertaron sobre el creciente impacto de esta condición, que está adquiriendo proporciones de “pandemia”, con especial incidencia en personas mayores, pacientes con enfermedades neurológicas, cáncer de cabeza y cuello o secuelas post-COVID.

En esta cita se presentaron los resultados de un estudio reciente que revela asociaciones independientes y significativas entre la DO y múltiples complicaciones clínicas. “Los pacientes mayores con disfagia orofaríngea tienen un riesgo 2,72 veces mayor de desnutrición y deshidratación, 2,39 veces mayor de infecciones respiratorias bajas, 1,82 veces más de reingresos por neumonía y hasta 5,07 veces más de reingresos por aspiración pulmonar. Además, se observó un aumento de la mortalidad tanto al mes como al año tras un diagnóstico de neumonía”.

También se mostró las herramientas específicas que se están aplicando para la detección y evaluación de la DO, como el sistema de cribado AIMS-OD y la prueba clínica V-VST, que permiten ajustar el volumen y la viscosidad del bolo a las necesidades individuales de cada paciente. “Esta estrategia posibilita una intervención temprana y personalizada, reduciendo el riesgo de complicaciones graves y mejorando los resultados clínicos” señaló.

Espesantes para mejorar la seguridad en la deglución

Durante el simposio, Paula Viñas Beumala, dietista-nutricionista e investigadora predoctoral en el Consorci Sanitari del Maresme, en Barcelona, ha subrayado el papel fundamental de los espesantes como herramienta terapéutica para mejorar la seguridad en la deglución. El aumento de la viscosidad de los líquidos mediante estos productos ha demostrado ser eficaz en la reducción del riesgo de aspiración. Viñas ha destacado la importancia de diseñar un plan nutricional específico para personas mayores con disfagia, basado en una triple adaptación de la dieta mediterránea tradicional: reológica (textura y viscosidad), calórico-proteica y organoléptica, con el objetivo de garantizar la seguridad, cubrir los requerimientos nutricionales y preservar el placer de comer. Ana Mera, farmacéutica. Barcelona

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