Curan una grave arritmia cardiaca en un prematuro de 2,5 kilos de peso
Utilizan la técnica de la ablación para frenar la taquicardia del bebé, con un latido cardiaco de 230 pulsaciones por minuto
Profesionales del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada han curado una grave arritmia cardiaca en un bebé prematuro de 2,5 kilos de peso y apenas dos semanas de vida. La intervención supone un hito, ya que es uno de los pocos casos descritos en el mundo donde la operación, una ablación cardiaca, se ha hecho antes de que el menor alcance los tres kilos de peso.
Ahora el bebé tiene nueve meses de edad y una calidad de vida como la de cualquier niño. De todas las ablaciones eléctricas que se realizan en España, algo menos del 3 por ciento se realiza en pacientes pediátricos, principalmente en menores de entre 7 y 15 años. Lo habitual es realizarlas cuando los pacientes superan los 15 kilos de peso, ya que las complicaciones son menores y el procedimiento se realiza con mayor seguridad.
No obstante, en el caso del bebé intervenido, la arritmia comprometía de tal forma su vida, de modo que se asumió el riesgo de la intervención. La arritmia se producía por una anomalía en el corazón que provocaba una taquicardia denominada “incesante”.
En el momento de detectarse la arritmia, a las 32 semanas de gestación, el feto presentaba síntomas de insuficiencia cardiaca, con acumulación de líquidos en pulmones, abdomen y otras partes del cuerpo y con un latido cardiaco permanente de 230 pulsaciones por minuto. Las taquicardias lograron reducirse a 200 pulsaciones por minuto durante una semana, gracias a un tratamiento antiarrítmico suministrado a la madre y que llegaba al feto a través de la placenta, pero el parto se adelantó justo a la semana de iniciar el tratamiento y el recién nacido tuvo que ingresar inmediatamente en la UCI Neonatal, donde se inició el tratamiento intravenoso con diferentes fármacos para frenar las taquicardias.
A las dos semanas de evolución y monitorización, sin que pudiera controlarse el ritmo desbocado del corazón con los medicamentos, se decidió intervenirlo como única alternativa posible. Esta técnica consiste el acceder al corazón con catéter por vía percutánea a través de la vena femoral. Se busca el punto exacto con la anomalía eléctrica y aquí se administra energía de radiofrecuencia y se quema la zona responsable de producir las taquicardias.